martes, 5 de abril de 2011

me by meliá

no presentamos la tercera campaña todavía, pero ya nos dieron las instrucciones para la cuarta. para empezar, no se trata de publicidad. es una campaña de comunicación. yo no tengo demasiado clara la diferencia, y no pregunto porque a esta altura del máster me da un poco de vergüenza. es algo así como una campaña de publicidad sin anuncios, creo. o sea, una serie de acciones que logren repercusión mediática y atraigan clientes.

el producto es la cadena ME by Meliá. hay pocos. en realidad hay sólo cuatro. está el de madrid, que fue el primero y va a cumplir cinco años. después hay uno en barcelona, uno en cancún y uno en cabo san lucas. y después van a abrir uno en londres en 2012 y uno en viena más adelante.

cosas que me llamaron la atención. en primer lugar, las dos mujeres que nos dieron el brief eran una inglesa, que debía rondar los 30, y una un poquito mayor, americana. las dos hablaban un español excelente. la inglesa era la manager de comunicación de toda la cadena. la americana era la de la agencia de comunicación con la que trabajan en madrid. las dos estaban compenetradísimas con la marca y el producto. sobre todo la inglesa, que prácticamente respiraba me by meliá.

y lo que tenemos que vender son los hoteles de madrid y barcelona, y anticipar la inauguración del de londres. pero qué son los me by meliá? son hoteles cool, para yuppies triunfadores, ejecutivos algo naughty y parejas de personas elegantes y guapas. la experiencia que plantean es de exaltación del ego prácticamente. y proponen sexo sin decirlo. todo es sutil, pero tan sutil que salta a la vista. además tienen una política de "anything is possible". o sea que los huéspedes pueden pedir lo que se les ocurra, que un equipo de employees tan cool como ellos va a hacer malabares para conseguírselo. hay regalitos luis vuitton para las mascotas. hay lounges y bares y penthouses que son el colmo de lo exclusivo y posh. en el de madrid, por ejemplo, puede regularse la luz y la música de 56 ambientes comunes del hotel. y no sólo eso. hay un "aura experience manager" que es un tipo que va armando las 24 horas del día las atmósferas de cada lugar, que se rigen por el yin y el yang (el yin es party, el yang es relax). es todo muy parecido a vivir en una discoteca pero de las que te miran de arriba abajo antes de dejarte entrar. no lo dice en ningún lado, pero los niños no están invitados, y los feos creo que tampoco.

me divierte la propuesta. supongo que no es un hotel en el que me sentiría como pez en el agua (no hay sampling de producto así que no lo podré saber, porque además las habitaciones cuestan entre 180 y 2700 euros la noche). pero me gusta esto de poder jugar con las experiencias, estar en el límite fino entre lo admitido y lo prohibido, lo que se puede decir y lo que no, y el juego eterno entre elegancia, modernidad, diseño y lujo. es casi irreal que existan lugares así, donde los caprichos se llevan al extremo. pero existen, se paga mucho por ellos, y hay que seguir vendiendo el concepto. creo que va a ser la campaña más creativa de todas. y la más cool, sin duda.

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