viernes, 10 de junio de 2011

un extraño papá noel

según mi abuela, en la valijita roja, que mi abuelo decidió abandonar porque se compró una más grande, venían algunas cositas que no les entraban y que tampoco se querían llevar. pero fue muy cómico abrirla.



entre mil bolsas del corte inglés resulta que había una jabonera celeste con un jabón entero adentro, la botella de johnny walker casi llena, un par de mini botellitas de aceite de oliva, un tupper cilíndrico que (creo) contiene jabón en polvo, y bolsas ziploc con shampoos de hotel. en el viaje, en total, mi abuela me debe haber recolectado unos 14 envases (llenos) de shampoo, crema de enjuague, gel de ducha y crema hidratante. creo que nunca más en la vida voy a tener que comprar shampoo, porque todos los invitados me regalan lo que les sobra. y el detalle de los aceites (robados de algún restaruante?) y del jabón para lavar la ropa es genial. me parece que mi abuela nunca viaja desprevenida. su maleta es como el bolso de mary poppins. siempre me va a sorprender lo que tiene adentro.

además, otros viajeros me han dejado paraguas (tengo dos), una bandeja, perchas, cremas, sobrecitos de café y azúcar, sábanas, libros, guías de ciudades, zolben y hasta comida. no sé si soy un depósito de cosas que están destinadas a no poder viajar de regreso. pero me resulta tierna esa recolección. no sé, como un gesto de desprendimiento que se queda conmigo. entonces el desprendimiento se diluye. y mi casa se puebla de recuerdos.

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