jueves, 9 de diciembre de 2010
el cierzo
el cierzo es el viento de zaragoza. un viento bastante gélido que baja unos grados más la sensación térmica.
me gustó zaragoza. como conozco sólo dos ciudades más de españa (madrid y barcelona), la comparé con barcelona inevitablemente. y me gustó más. me pareció más tranquila y limpia, más a escala, más linda. no tendrá ciertos grandes landmarks, pero tiene la iglesia del pilar y el río, y una avenida de veredas muy anchas y árboles pelados, y edificios medio antiguos, y callejuelas amistosas. y una especie de serie interminable de bares de cañas y tapas, donde en uno la especialidad son las croquetas, en otro los champiñones, en otro la decoración es toda de tauromaquia (con cabezas de toro embalsamadas incluidas), en otro hay buena tortilla, y así sucesiva e infinitamente.
me gusta españa y su cultura. pero no consigo abrigarme de esos vientos helados. la nieve sigue siendo irreal, como de ocasión especial, y me cuesta asumirla como parte de la existencia invernal común y corriente. veo los cochecitos con bebés hiperabrigados pero con los cachetitos asomando a los 2 grados de temperatura y me da no se qué. pero los padres como si nada, paseando por la nochecita otoñal. y a mí no me alcanzan los bolsillos para meter las manos, y hasta se me congelan los bordes de los ojos. ahora lo pienso bien antes de salir de casa. es que sé que está rondando afuera, e inevitablemente me va a agarrar.
el frío me asusta.
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