lunes, 8 de junio de 2015

Esquinas

No sé por qué se me ocurrió mirar hacia ahí, pero te vi y de repente nos aplastaron seis años. La calle fue como un puente para vernos desde orillas distintas, aunque vos te hiciste el que no me viste y yo me hice la que no vi bien. Pero nos vimos y nos golpeó vernos. Estabas igual que siempre pero peor que nunca. El tiempo nos pasó por arriba y creo que conmigo fue un poco más cándido. A vos te hundió los ojos. Ya no eras vos, eras otro que alguna vez se pareció a vos y a tu forma de caminar. No te recordaba así pero la verdad es que no te recuerdo tanto, entonces no estoy del todo segura de haberte visto o de haberte ignorado. Lo que está claro es que ninguno de los dos se animó a cruzar ese puente y que desviamos los ojos para no mirar el pasado. 

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