lunes, 29 de noviembre de 2010

rarezas


me hacen gracia algunas cosas.

hoy en el máster hablábamos de animales, y una dijo que nunca había visto una vaca de cerca porque en su provincia casi no hay vacas porque no hay pasto. qué curioso, no? y a las otras les daba un asco atroz el olor a establo. establos para las vacas. y gente que desconoce las vacas. todo esto almorzando pavo y salmón.

y afuera, nieve.

y en el lugar de fotocopias (la reprografía) te cobraban 1.50 euros cada corte de guillotina. nos reímos del chiste cuando preguntamos el precio.

y el hamster de una le robó los tapones para los oídos y se los guardó en los mofletes.

todos me miran incrédulos cuando digo que en uruguay no hay montañas. ni metro. lo del metro creo que les choca más.

y el barcelona le ganó 5 a 0 al real madrid.

y ahora llueve y se me cayó una media de la cuerda de ropa y no quiero salir al patio a buscarla. está abandonada y mojada, tirada en el suelo. pobre media.

y yo extraño un poco la cercanía de las vacas. pero esto sigue siendo nuevo y loco y raro. a veces también es buena la cercanía de la gente.

probé callos. siguen sin gustarme mucho. y probé más cosas. níscalos. kentucky fried chicken. sopa de ajo. kische, quish o kitch o la forma fifí que tienen de llamarle a la tarta de jamón y queso. y el pavo de hoy, claro.

dicen que comprarían mi acento. yo se los vendo encantada.

domingo, 28 de noviembre de 2010

paz



caminar por un bosque con frío. tomar un café con nata en el fondo y conversación cálida. un perro que quiere que lo acaricie. un humeante plato de sopa. mirar la ciudad desde arriba. un abrazo o más de uno. ver el sol del mediodía atravesar las ventanas. tomar helado en un auto con calefacción. una bufanda de color claro con flecos. el pasto que parece una alfombra, húmedo, espeso. cruzar la calle por abajo. bellotas entre las hojas secas. unos bolsillos calientes. tender la ropa. hacer la cama con sábanas limpias. oler los pinos. correr una carrera cuesta abajo. reír. compartir alfajores de maicena.

un gran domingo.

sábado, 27 de noviembre de 2010

quizás no sea nada

me hubiera gustado estar ahí.
ahí.
no de mi lado del teléfono.
por un rato, estar ahí cantando con ellos. tomando, bailando y cantado las canciones de nuestra adolescencia.
siendo yo, la que conocen mis amigos. la que no me cuesta ser.
me hubiera gustado sentirme así de cómoda.

pero estoy de este lado del teléfono.
aunque hoy hablé con casi todos, sigo estando lejos.
y los extraño. porque no los tengo acá. ni nada que se les parezca.
no me había dado cuenta cuánto me hacían falta.
o sí, pero no quería admitirlo.
acá a veces hace más frío adentro que afuera.




jueves, 25 de noviembre de 2010

hasta que la muerte los separe



hay una chica de mi clase que tiene 24 años y es de venezuela y se casó hace dos meses para venirse con su marido a estudiar acá. y una amiga de la misma edad se casa mañana en uruguay.

entonces por qué será que me shockea bastante? que lo veo como algo lejano, muy muy lejano para mí? y, sobre todo, lo veo como algo hiper difícil de lograr, algo que la mayoría no consiguen (no hay más que mirar estadísticas), algo sólo para valientes o inconscientes o personas demasiado seguras de sí mismas y del otro. no sé. casamiento. uf.

más allá de todo el tema religioso bla bla bla que trae alrededor, del tema ético-moral-queda bien-institución familiar-etc, me parece que es una piscina muy honda en la que hay que estar con las ideas muy claras para zambullirse. y que gente de mi edad esté lanzándose a eso me parece muy arriesgado y admirable sí, pero me da un miedo atroz.

en base a mi escasa experiencia y lo poco que he visto del mundo, creo que no me voy a casar. el día que alguien me vea vestida de novia (que probablemente no significa que vaya de blanco) que me agarre del brazo y me mire a los ojos y me diga, bien bajito: "nena, estás segura?". y si le digo que sí, descorchen todo el champagne que hay en 20 km a la redonda (puede que sea en una chacra) porque eso es altamente inverosímil.

probablemente llegue a vieja solterona (lo que no quiere decir solitaria), gorda, loca y -espero- millonaria. la institución matrimonial me tiene un poco acojonada, como dicen acá (y el "acá" se le pega a la gente española, es gracioso). es como que si no lo vivo, no lo creo. y para vivirlo, debería de existir una seguridad tan enorme que me impulse a dar ese paso, que no creo que lo dé nunca. tampoco tengo nada contra el divorcio, pero es engorroso. más vale ahorrárselo no casándose. pero llegado el caso de un matrimonio infeliz, bienvenido sea el divorcio.

será que nadie me dio la seguridad de decir: con este me caso. no sé si el amor dura para siempre. cada vez me inclino más hacia el lado que dice que no. me refiero a ese amor rosado y esponjoso. porque del otro amor quizás hay demasiado. de ese que duele y no conduce a nada. esa cosa insistente que parece que nunca se va, y aguijonea el alma cada tanto. qué carajo es? a veces no parece amor.

matrimonio lo asocio con estabilidad, con compañía. y con algo pesado. con ahogo. con rutina. sé que no tiene por qué ser así. y si me caso, quisiera que mi matrimonio no lo fuera. de momento, miro de lejos a las que van de blanco y no atajo ramos. pero las aplaudo, claro. y brindo por ellos. bienaventurados sean los valientes que dicen sí quiero.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

shame on me

nunca me había pasado nada igual. resulta que me usaron como plataforma publicitaria. pobre margarina primavera, no sé qué espera de mí ni de los siete lectores que tengo. pero en la entrada titulada "lo efímero del éxito" me escribió un comentario de lo más relevante. no sé cómo interpretarlo ni entiendo su campaña. menos mal que estoy estudiando publicidad. ya sé quién necesita urgente un asesor publicitario... hablando de comentarios, gracias por la explicación de los cigarrillos de mad men :)

me preocupa el rumbo que toma este blog. no quiero que sea un querido diario. por lo menos, no la gran mayoría de las veces. pero soy yo la que dirige el timón. así que es culpa mía. pero tengo dos problemas. no se me ocurren muchas cosas inteligentes que decir cuando me siento a tipearlas. y tampoco tengo una vida muy interesante. o sea, interesante estar acá y ver cosas y eso, pero la mayoría de los días son bastante anodinos. clases, metro, intentar cocinar, correr, dormir. con poco más entre medio. y mi cabecita, con ese ritmo de actividades, tampoco está que bulle de geniales ideas o conceptos deslumbrantes. ni siquiera tengo muchas opiniones formadas.


pero bueno, lo tomaré como un ejercicio de escritura. diré lo que sea para cumplir con la cuota escritoral del día. no prometo sustancia. ni siquiera escritura, porque esto es más bien coloquial, casi hablado. libre pensamiento, ideas sin orden, estructuras racionales muy endebles. o irracionalidad total.


hoy no sé muy bien a qué referirme. así que voy a hablar de cosas que tengo en el tintero. tipo barcelona. fue hace como 3 semanas. o más, ya no sé. una época ajetreada, homeless, de maletas a cuestas. voy a hablar de mi gran cagada. sí, de lo que me avergüenza de mi ida a barcelona. es que antes de pisar cataluña ya había metido la pata.

llegué medio tarde al aeropuerto. terminal T4 de madrid. enorme. no tenía idea cual era mi vuelo. tenía que hacer check in. ya era medio sobre la hora. no me daba el tiempo para despachar, pero por suerte había llevado la valija chiquita, la que se puede llevar en la cabina como equipaje de mano. recorrí durante media hora el aeropuerto preguntando cómo hacer para hacer el check in. no me sabían decir muy bien. me dijeron que lo haga electrónico, automático self service. no me reconocía la tarjeta. entré a desesperar. en el mostrador donde te atiende gente (no máquinas robot que nunca me entienden) me hicieron el check in. bueno, en realidad, le dijeron a la máquina que existo, que me reconozca y me dé mi boarding pass. la máquina obedeció. me dio el ticket y todavía tenía que ir hasta la gate, que en madrid, siempre son lejos. bastante lejos. tipo caminar 5 cuadras mínimo adentro del aeropuerto. y no había pasado el control de seguridad aún. me hicieron sacar los zapatos y no sé qué mas. lo hice. puse mi valijita en la cinta y pasé por el portal que siempre suena. no sonó. pero me llamó una mujer. una señora madura con cara de h de p. para mi mayor humillación, reproduzco el diálogo.


"esta maleta es suya?"
"si"
"ábrala"
"pero si la abro no la voy a poder cerrar. es necesario?"
"ábrala. está llena de sustancias prohibidas"


mierda. me había olvidado por completo. abrí la valija. la mujer entró a revolver. sacó el shampoo y la crema de enjuague. una crema hidratante. otra crema para la cara. y un perfume de zara que había dejado de usar en montevideo especialmente para traérmelo, casi lleno.


"no me dí cuenta!"
"bueno, esto no lo puede llevar. tiene que despacharlo. o lo destruimos"
"no lo puedo dejar y recuperarlo a la vuelta? es que no tengo tiempo para despacharlo"
"puede dejarlo en consigna"
"dónde es eso?"
"en la primera planta" (o sea a cuatro mil kilómetros)
"se me va el avión"
"entonces lo destruimos" (juro que sonrió)
"bbbbueno" (lágrimas en mis ojos)


y me fui a barcelona sin shampoo, sin cremas, sin perfume, sin nada. y sintiéndome muy idiota y muy triste. y lo peor de todo es que esa señora malvada debe estar oliendo bien gracias a mi estupidez, porque mi compa de piso me dijo que una amiga suya trabajaba en el aeropuerto y se repartían entre los empleados todas esas cosas.


en fin. eso está en mi wall of shame. junto a la escena en que entro al baño en el estadio camp nou de barcelona. y veo a un hombre. y urinales. y el tipo me dice algo así como "aquí no es"... hubiera jurado que el macaquito de la puerta tenía pollera. pero no. porque después lo miré bien.


es que hay cosas que hay que darse cuenta. no es fácil ser europeo. por ejemplo, en el súper, la fruta hay que agarrarla con guantes de plástico. no recomiendo hacer malabares para sólo tocarla con la bolsita a la misma vez que querés introducirla en ella. puede haber derrumbes de manzanas.


también tenés que entender bien las ranuras de las máquinas. por ejemplo, en las expendedoras de tickets de metro, hay como siete u ocho ranuras diferentes. tengo que hacer un curso para saber en cuál se meten los billetes.


barcelona estuvo muy bien. interesante el hecho de vivir en una mini civilización dentro del hostel. es que el cuarto era para 20 personas. en realidad, estaba el cuarto con camas a nivel del suelo, y las cuchetas a nivel antena del empire state. habia que trepar unas escaleras ruidosas, no aptas para no-atletas, y encima pretendían que pusieras la valija ahí arriba contigo. por suerte llegamos primeras y nos agarramos camas de abajo. después se llenó el cuarto. una cosa muy extraña, porque en general cuando llegábamos no había nadie. no sé si los otros dieciocho durmieron ahí con nosotros o no. aparte cerrabamos las cortinitas cual carpa.


la playa de barcelona no me pareció muy wow. el agua era de color lindo pero no parecía algo mediterráneo paradisíaco. y la arquitectura al lado de la playa inspiraba más malvín que otra cosa. no sé...


y el domingo todo cerrado. TODO. hasta el corte inglés de la plaza importante. no sé cuándo quieren explotar el lado turístico de la ciudad... los martes?


pero me gustó bastante. aunque para vivir, me gusta mucho más madrid. me pasa algo medio extraño. como que me olvido de que estoy acá. a veces voy por la calle y me digo a mí misma: "hey, estás en madrid!". será que ya me acostumbré? creo que me resulta familiar. amistosa. una ciudad desconocida pero a la que no le molesta recibirme. ni a mí estar en ella. madrid. madrid. madrid. una especie de hogar raro.

martes, 23 de noviembre de 2010

fondo



no es nada nuevo. pero me doy cuenta de que necesito decirle basta a muchas cosas. y, once again, toco fondo. ese fondo que no me gusta, pero que por lo menos me hace pensar en que no voy a descender más círculos hacia el infierno. hasta acá llegamos, y no más. ahora, a cambiar hábitos, conductas, actitudes. lograr que la cabeza haga click. educarme a mí misma. evitar la pereza. ponerme objetivos.


mi gran enemigo en la vida no es el miedo, ni la tristeza, ni la locura, ni la soledad. mi peor pesadilla es la ansiedad. a ella sí que no la controlo. me gana la mayoría de las veces. me hace sentir impotente. incómoda conmigo misma. fea, inútil, insoportable. ella me hace sentir asustada y triste y loca y sola. y no sé cómo decirle basta. no sé como lograr la autodisciplina para combatirla.


la ansiedad vive latente en mí. siempre está. a veces pasa desapercibida. pero cada tanto se manifiesta arrolladora, desbocada, irracional. sin que le importe nada. sin que le importe yo. en esos momentos se acaba la calma. quizás no me doy cuenta al principio, pero entro en una espiral de culpa y autoflagelación que sólo desemboca en esto: en el fondo. o en algún peldaño antes del fondo, si logro ser lo suficientemente severa conmigo misma para darme cuenta un poco más temprano.


estoy acostumbrada a la ansiedad. pero no me gusta. no me gusto. quiero abandonarme a mí misma y habitar otro cuerpo, uno más medido, más tranquilo, más estable. y no sé por qué es, o no le puedo achacar una razón, a este período ansioso. quizás sean muchas. y por algún lado la caldera tiene que soltar el vapor. de momento, es vapor no productivo. espero que logre mover alguna maquinaria interna y encauzarlo hacia algo que me haga bien. o bajar el fuego, y que lo que sea que hierve adentro mío se aquiete.


mañana será otro día, y, espero, será un día diferente en lo que a mi relación conmigo misma respecta. no me gusta llevarme mal conmigo. tengo que encontrar un equilibrio ya.

lunes, 22 de noviembre de 2010

lunes adormecido

fue un largo lunes.
me desilusionó el examen. pensé que nos iban a hacer pensar. resulta que había que saberse de memoria algunos subcapítulos del libro y escupirlo sin razonar. es el tipo de conocimiento que no me sirve para nada.
pero la verdad es que estudié bastante poco. así que tampoco me quejo tanto. para variar, me dormí a las 4 am. pero estudié desde la 1, y una media horita más al levantarme y en el metro.
me costó mantenerme despierta en clase.
comí bocata de lomo y queso en la cafetería del master. somos clientes cautivos de esa cafetería.
me gusta la gente del máster. se van afianzando las cosas. no me siento tan rara. sólo a veces cuando hablo. cuando me escucho como me escuchan ellos. o cuando tengo que decir "aquí" o "autobús". van tres veces que me preguntan qué significa "prolijo".
después volví por otra línea de metro, para variar y no perder la costumbre. fui al súper porque no tenía cambio para el boleto de metro de mañana.
tengo que lavar ropa, pero no sé si va a llover. el clima está raro.
me fijé en una página del tiempo. nieve para la semana que viene. y temperaturas bajo cero. se acabó la joda. voy a hacer compras invernales este finde. tipo orejeras.
estoy agotada. voy a ver el capitulo 7 de la temporada 2 de mad men, y a la camucha. sweet dreams.

domingo, 21 de noviembre de 2010

feeling christmassy

qué amor. tengo una lata de dulce de leche en la heladera.
y estrené una camisa de flores.
y los españoles te dicen guapa por cualquier cosa y una hasta se lo empieza a creer.
y corrí otra vez. es lindo correr en el frío. no para mis orejas, pero es lindo.
dicen que el viernes va a nevar.
mi bufanda beige es gordita y abrigada. tiene flecos.
la decoración navideña está empezando a aparecer. el corte inglés de nuevos ministerios tiene copos de nieve hechos de lucecitas en la fachada. y las calles importantes tienen otras decoraciones luminosas medio gronchas que las cruzan por arriba. pero todavía no las encienden.
hoy prendieron la estufa. y pasó el afilador. suena parecido a los de uruguay, pero esté va motorizado. parece que es temporada de afilar cuchillos. ahora empiezan a darle al jamón y esas cosas.
lo que no hay es olor a jazmín.
navidad es olor a jazmín. es emocionante. es ir en auto hasta carrasco contando arbolitos de navidad en las ventanas. es evitar comer la comida fría, aunque últimamente ha mejorado. tirar algunos pesos al aire en forma de fuego artificial. es volver a pocitos justo antes de que llegue papá noel. dar la vuelta a la manzana con los niños. y ver las caras de todos ante el montón de regalos. y cenar sin tener lugar para sentarse. strogonoff generalmente, pero ya da igual. siempre es suculento. siempre es ruidoso. alegre. opíparo. brindar, saludar y recibir llamados a las 12. juntar los regalos, y volver a casa. o salir por ahí, pero no es la norma. y al otro día estrenar alguna cosa nueva en el almuerzo clásico de la chacra. rememorar los nombres de las otras ramas de la familia. hacer comentarios en el viaje de vuelta. y pensar que ya pasó, y que fue muy rápido. y empezar a planear las vacaciones. y entre navidad y las vacaciones, esos días limbo que hay antes del primero de año. y el calor. y andar de ojotas por la vida. y las new year resolutions.
no hay olor a jazmín. pero mi navidad me está esperando allá. espero que sea muy mágica.

sábado, 20 de noviembre de 2010

plaza norte 2




desenchufe day.
shopping. compras. consumo.
ropa. zapatos. accesorios.
metro eterno. caminar eterno. cargar bolsas eterno.
euros. inversiones.
supermercado.
más pasta. arroz. galletas.
leche. pan. sal. fruta.
rúcula y tomates cherry con queso de cabra. ensalada deluxe.
cansancio.
y hay cosas que no tienen tanta gracia sin compañía.
estudio. y más mad men.
coca light. calefacción. una ducha.
mi noche de sábado en madrid.

viernes, 19 de noviembre de 2010

estrategia

estrategia es un término militar. en publicidad, es el conjunto de acciones a seguir por una empresa para cumplir con determinados objetivos. de eso tengo examen el lunes.
pero en la vida, también se utilizan estrategias. estrategias para no estar solo, para conseguir que alguien te quiera, para evitar que te dañen.
mi estrategia es medio estúpida. ni siquiera funciona muy bien.
mi estrategia es decir la verdad. y el objetivo es ser feliz y saber que soy fiel a mí misma (y al otro).
la verdad, aunque duela. sin calmantes.
y con esa estrategia, a veces lastimo.
pero creo que la verdad siempre lastima menos que el engaño.
sé que igual duele.
perdón.

jueves, 18 de noviembre de 2010

me gusta drexler


jorge drexler dice muchas cosas sabias.

tiene canciones enteras plagadas de verdades, como la infidelidad en la era informática.

tiene estrofas que parecen sacadas de mi propia historia. "todas las horas, todos los besos, cada recuerdo que fuimos echando en el fuego, un día tal vez darán calor."

tiene versos que parecen buenos consejos. "tu corazón va a sanar, tu corazón va a sanar y va a volver a quebrarse."

tiene frases acertadas. como agujas que se insertan en el punto justo del alma. "yo estoy aquí de paso."

y canta expresiones como "el tiempo dirá si al final nos valió lo dolido" que lo resumen todo en pocas palabras.

acá estoy, escuchándolo. "extraño método de ahogar la sed aquí, lejos de tu lágrima."
es que extraño algunas cosas. "dame calma y dame vértigo. ven a llenar mis pocas horas lúcidas."
no sé. a veces, el pasado me ronda. y sigue aferrado a mí. o yo a él. "voy en este vuelo transoceánico. oyendo tus versos melancólicos..."

miércoles, 17 de noviembre de 2010

la era de la comunicación

tengo internet. estoy tan feliz!!!
como agradecimiento a la vida, más fotos de mi actual hogar. y de mi cuarto ikealizado.













as time goes by...

Hoy cumplo 4 semanas en este lado del mundo. Enhorabuena!

Y son las 3 de la mañana. Y acabo de terminar de ver the lives of others. Y no sé si pensar o dormirme. Creo que me voy a dormir pensando.

Y agradezco cosas. Estar acá. Poder escribir sin que nadie me persiga. Hablar sin miedo. Tener esperanzas. Elegir. Estar bien. Estar lejos, pero bien. Tener ganas, ideas, pereza, mal humor. Conocer la democracia. Saber leer, y poder leer cualquier cosa. Tener privacidad. O elegir tener menos. Contar lo que quiero contar. Guardarme cosas. Correr porque quiero, y no para huir. Seguir aprendiendo. Tener que hacer esfuerzos. Viajar. Vivir sin esconderme. Reunirme con quien sea. Reír. Tener dos patrias. Poder volver a la de verdad. Abrazar a los que quiero. Y extrañar abrazarlos. Dormirme. Y soñar.

martes, 16 de noviembre de 2010

un día en la vida de...



Hola mundo. Acá estoy. En Madrid. Oh sí, europa no me ha derrotado aún. No creo que lo haga de momento. Eso es bueno, no?


A ver. Cosas a destacar. Bueno. Compré más víveres. Pero compré de esos víveres de frasco grande, o sea, las cosas que no se acaban rápido. Tipo aceite de oliva, café nescafé (es mucho más rico que el uruguayo), leche (que hasta ahora no había comprado), bueno, no mucho más. Le sigo robando la sal y el azúcar a mi compañera de piso. Pero pensando en una dieta más a largo plazo. Por dieta me refiero a alimentación, no a régimen adelgazante. Eso lo doy por perdido. A destacar: la leche en bolsita no existe. Es todo tetra brick o botellita mas plasticoide. El yogur en bolsita menos. O sea, no existe el yogur de a litro. Todo es en mini envases, tipo los activia y demás. Los más grandes que encontré son de 500 gramos, o mililitros, no sé. Me jode, porque no me dura nada y cuanto más chico el envase, mayor es el precio en proporción. Lo que miro en la góndola son los precios. Lo más barato de lo barato. Y ahora empecé a comprar no tan rico asi no como tanto. Es que con las galletitas era un peligro. Así que tengo un megapack de maría, y chau cookies de chocolate. A destacar también: alabado sea el café. Hoy no me dormí en clase. Y fue gracias a que me tomé el café en casa y no en el recreo (es que antes no tenía… recién ayer hice la inversión de 5 euros en café!).


Hago una interrupción para ir a gestionar con los del 2ºD la transacción de internet. Espero que me acepten el deal, quiero internet!!!


Volví. Una casi victoria. Resulta que claro, quién podría vivir en el 2ºD? Pues un uruguayo, of course. Salimos de abajo de las piedras igual. Resulta que vive un uruguayo y una argentina, y la doña es la encargada del adsl wlan57 que es el que mejor capta mi pc en mi piso. Y transaccionamos precioso de que por la módica suma de 15 euros por mes (menos de lo que me costaría una semana de internet prepago con pincho Vodafone, así que aunque sea caro, es lo más barato) tengo internet de aquí hasta que me vaya de este piso. Y en noviembre me hace la yapa de cobrarme 10 nomás… (obvio que le negocié… me había dicho 20 por mes).


En fin. Pero me dio la contraseña, le di 10 euros, y probé la contraseña y no anduvo. Así que mañana me va a decir si el hermano se la cambió o qué, porque no lo tenía muy claro. Y me devolvió el money. Así que casi victoria. Hubiera sido demasiado bueno para ser verdad eso de tener internet en el primer intento. Pero estoy acostumbrada a que nada me funcione de entrada así que mañana le tocaré timbre otra vez a la porteña (se cae de porteña, aunque diga “vale”). Y con un poco de suerte, tendré por fin todas mis necesidades básicas cubiertas (excepto la del gato tierno y calentito merodeándome, pero es mucho pedir).


Bueno, aparte de tocarle timbre a los vecinos y tomar café antes de ir a clase, hoy hice otras cosas aventureras. Por ejemplo, para el almuerzo me freí croquetas. Oh yeah. Freír. Qué cosa tan engorrosa. Claro que casi pierdo la visión de un ojo con la gota de aceite hirviendo que, cual proyectil incandescente, me reventó la córnea al depositar suavemente la croqueta número 1 en la sartén. Y bueno, algunas quedaron más negritas, pero bien ricas. Eso sí, no hago más fritangas. Cuando me vaya el 31 de enero de este piso, el halo de olor a frito va a seguir presente en la cocina. Y el reguero de aceite que dejé por todas partes me incentiva a dejar de comprar comidas que requieran actividades riesgosas para prepararlas, y mucha limpieza posterior. Pero bueno, comí croquetas, y en uno de mis muchos tuppers de ikea metí algunas para mañana a la hora del almuerzo. Con ensalada y queso de cabra. De cena volveré a los sándwiches. Mañana es no cooking day.


Y lo otro que hice, requeté productivo y satisfactorio y bello fue… CHARÁN! Salir a correr. Mi cuerpo lo pedía. No hay como el cansancio de ese tipo. Y con 8 graditos, estaba bastante agradable para ejercitarse. Corrí por paseo de la castellana, como desde el bernabeu hasta el monumento de colón. Más un poco por la avenida perón. Total, unos 4 km. No está mal para empezar creo yo, menos después del grado flemático que alcancé las pasadas semanas. Y a la vuelta los caminé, así que en total fueron un poco más de 8. Mañana repito. Ah, y corrí con mis nike pegasus air o algo asi, preciosos grises y violetas del decathlon que queda cerca de ikea (en la misma loma del…). Es que dan ganas de correr con ellos en las patas. Y tengo que correr mucho para amortizarlos. Lo que descubrí es que mis pobres orejas requieren algún tipo de abrigo. Así que tengo que ir de compras de abrigos varios en breve (bufanda y gorro o símil).


Un montón de cosas para un solo día, no? Y eso no es todo. Lo otro que hice fue ver capítulos de mad men. Es una serie sobre publicistas (de MADison Avenue de NY, de ahí el término mad men) allá por los años 60. Muy bien recreado todo, y cosas interesantes de publicidad. En el máster varios profes la mencionaron. Y como acá la velocidad de descarga es 20 MB (contra 3 que tengo en uruguay, o sea, el abismo), en un ratito me descargué los primeros 7 capítulos. Y ya los vi todos entre ayer y hoy. Cómo fuman en esa serie. Todos, todo el tiempo. Les pagarán más a los actores por el futuro cáncer? O son cigarros de mentira? Si alguien sabe, me explica?


Bueno. Para terminar el post de hoy (no me reclamen la falta de posts. La ausencia de posts es directamente proporcional a la falta de conexión), suelto unas reflexiones y observaciones sin ton ni son sobre Madrid, España y las cosas y gente de acá.


Todavía no sé cómo saludar. O sea sí, entiendo lo de los dos besos. Pero no sé cuándo va beso, cuándo va mano y cuándo nada. Entre los de mi clase, casi nadie se saluda. Es hola y nada más. Pero algunos se saludan. Entonces nunca sé.


El metro en algunas cosas es fantabuloso, en otras es feo. Tipo en el trecho de san Bernardo a argüelles, de la línea marrón, el metro va a paso peatón. Y para. En medio de la nada, se para como 5 minutos. Ya sé que es para esperar que el tren de adelante le deje libre el lugar en la estación (como es fin de trayecto, sólo entra un tren). Pero me revienta porque tengo que correr como energúmena si voy sobre la hora. Y otra cosa, es que en algunos lados, el techo de los túneles es re bajo. Tipo 1.80 o algo así. Casi que lo rozo. Y ayer me pegué fuerte en la cabeza. Es que está marcado con amarillo donde es peligroso para que te agaches… pero no lo ví.


Mi barrio es el menos español de los barrios madrileños. Parece Miami, Vietnam, La Habana o Caracas. Negros, chinos, latinos. A mí no me asusta. Los chinos me venden bombitas de luz. Los latinos andan por ahí gritándose por la calle. Y los negros no hablan. No me asusta Madrid como metrópolis, en el sentido de jungla urbana llena de gente rara. Eso es lo tranquilizador. Todos somos raros, entonces hay lugar para todos. Y caminás ocho calles y estás en el corte inglés (casi que en cualquier lado de Madrid caminás eso y te encontrás con el corte inglés).


Cosas caras: las fotocopias. El móvil. Internet. El metro y el autobús (1 euro el viaje, es mucho comparado con el boleto de bus montevideano…). Los tomates cherry en carrefour. Los parkings. El shampoo (pero es caro en todas partes). Los quesos. Los chicles (pro-hi-bi-ti-vos. Me hice abstemia). Los libros y revistas. Los tragos o copas. Las salidas en general. La coca cola en el aeropuerto. El helado.


La televisión abierta es bastante mierda. No tengo más gran hermano 12, o no lo encuentro. Me falta la banalidad aplastante de showmatch. Hay un canal que se llama Aprende Inglés. Se ve que casi nadie lo mira.


Ayer fui al supermercado con el carrito de la compra. Me sentí de 92 años de edad. Pero qué útil que es.


Acá casi no hay caca de perro en la calle. Hay que ir mirando igual por si surgen pivotes o bolardos de la nada, pero caca no hay.


Me gusta cruzar la calle con el macaquito en rojo o por donde no hay senda de peatón. Hay que ser un tantito incivilizado, especialmente si no viene ningún auto y la gente se queda estúpidamente quieta.


Todavía no encontré dulce de leche en ningún super. Ni siquiera en la góndola de productos latinoamericanos de Carrefour. O sea, estaba la yerba canarias, y había alfajorcitos de maicena, pero DDL no. La próxima capaz me compro los alfajorcitos, sí y sólo sí salen menos de 2 euros.


Todavía no saqué el dni. Y me dicen que están dando hora como para febrero.


Mi compañera de piso se fue a su pueblo hasta el viernes. Estoy home alone. Me siento poderosa.


Es re tarde y me espera la ducha, mi cama y la vida de los otros (gracias mafc por tus gentilezas pirateadas). Y hablé con mi mamá por teléfono. And today i made the most of it.

sábado, 13 de noviembre de 2010

¿y qué? ikea. y cuánto más.

iba a escribir sobre mi ida a ikea de ayer. en realidad todo empezó cuando iba a escribir mi trabajo sobre tipos de ilustración para la clase de photoshop que tengo el lunes. pero me puse a leer las noticias (aprovechando que estoy cómodamente instalada y con internet), facebook, mails y todo eso que trato de hacer en cuanto mi antena pesca un wifi. y resulta que se murió gustavo escanlar, y ya mi ida a ikea no parece tan importante. voy a intentar unir lo superfluo con lo trascendental y hablar de todo, espero que sepan entender que es mi espacio y mi mente lo que fluye por acá, y si quiero mezclar ikea con la muerte no es de irrespetuosa sino de que ambos hechos me suscitan ideas y no tengo mucho tiempo para compartirlas por separado. así que adiós a los códigos de etiqueta de blog y hola a la hilación de temáticas que no tienen mucho que ver entre sí.

resulta que no estoy y la muerte parece más insistente que antes. se lleva seres queridos, como mi tía abuela, que me dejó un montón de recuerdos. uno de los mejores libros que tengo me lo regaló ella: el tesoro de cañada seca. y el anillo de tres aros entrelazados que nunca me saco también. y me dejaba pasear a su perro bat, que para mí era lo más cercano a tener un perro propio. porque no era cualquier tía abuela. era la que te llamaba e iba a tus cumpleaños. la que vivía a la vuelta de casa y la saludábamos desde el lavadero. la que le mostrabas el carné de notas y venía a almorzar los domingos. la muerte no es muy justa, y creo que no lo fue con ella.

yo no estoy ahí para darle un beso a mi abuelo. y eso no me gusta nada.

esas noticias me las entero por mail, por llamadas, por mensajes. después abro el diario catalán en un restaurante de barcelona y me encuentro con una nota a dos páginas de que se murió kirschner. y nadie me había avisado nada. y no es que sea importante a nivel emocional. pero es esa especie de shock de "está pasando esto allá y yo ni enterada!". y la foto de cristina de luto y la pompa fúnebre y las repercusiones y algo así medio enorme que pasa en el río de la plata, y yo ausente. esa es la palabra. ausente. pasan cosas. y no estoy. o las recibo en diferido, achicadas por el europeísmo (en europa, europa es el ombligo del mundo. y cuanto más autónoma es la comunidad, menos importa lo que pasa afuera. españa no parece un país).

tengo que ir yo a los medios uruguayos y leer que ayer, por un paro cardíaco, se murió gustavo escanlar. o enterarme por un profe a través de facebook. bendito sea facebook en estos tiempos de ausentismo. y no es que escanlar fuera amigo mío. pero en esto del periodismo, la verdad que me quería parecer mucho más a él que a cotelo, o a sarthou, o a néber. era un loquito que gritaba verdades, mostraba escándalos y se metía en los lugares donde nadie quiere meterse para decir las cosas que pocos querían oír. noche, droga, prostitutas, cárceles, antros, todo el under montevideano pasó frente a sus ojos, lo inhaló, se lo inyectó, lo frecuentó hasta el hartazgo. le gustaba hurgar entre la basura humana. le gustaba shockear. supongo que una cualidad de un periodista es saber hacerse oír. él la tenía.

acabo de leer su última nota, sobre los 25 años de la democracia, que salió o va a salir en búsqueda. otra nota que recuerdo, de hace no mucho, es una en galería, donde describía un viaje en un crucero. con sorna, desfachatez, libertinaje y buena pluma. también me acuerdo de su participación en zona urbana. quién no se acuerda de zona urbana. y del plagio, y su caída en desgracia. y no sé cómo la televisión lo perdonó, la prensa también, y ahora se fue cuando estaba en un lugar bastante elevado del periodismo uruguayo. bastante? escribía en búsqueda. es como lo más elevado en nuestros escasos soportes comunicacionales.

y yo mientras tanto caminaba tras las flechas pegadas en el suelo de un ikea tan gigante como variado. caminaba entre habitaciones de ensueño y cocinas y televisores de plasma y edredones de flores y alfombras. entre vasos de todos los colores, toallas, estanterías y una sección de niños en la que a cualquier infante le gustaría quedarse a vivir. y todo está armado como si fuera de verdad. abrís el cajón de una cocina y encontrás juegos de cubiertos, cucharones, ollas, todo con su etiqueta de precio. "mirá, tienen cosas en los cajones", me dice alguien, como si "ellos", los que "tienen las cosas" fuera una especie de familia que vive en ikea mientras está cerrado al público. "los otros" en versión ikea. y te dan ganas de vivir en el primer mundo por culpa de ikea. no sólo vivir, sino comprarte una casa, un blank canvas, y decorarlo todo con muebles ikea, copiando esas habitaciones perfectas donde todo combina, y creyéndote innovador y fresco y original. pero todo madrid está amueblado con ikea. la prueba está en que encontré la mayoría de los implementos que amueblan mi casa desperdigados en el inmenso showroom del monstruo del do it yourself. mi cama, la rota, costó algo así como 139 euros. y es de dos plazas. o sea, que me gasté en tornillos casi el 8% del valor de la cama...

primer mundo. consumo. total y aplastante consumo. me doy cuenta de que vivimos a otra escala, a otro ritmo. de que no hay edificios del tamaño de este ikea de san sebastián de los reyes en el uruguay. bueno, quizás botnia. y meterse en ese coso enorme que te traga y te invita a comprar almohadones, marcos de fotos y hasta galletitas ikea, es como una aventura emocionante. o sea, sos feliz. la felicidad hecha un caminito de flechas pegadas en el suelo, que tú sólo tenés que seguir, e ir metiendo pedacitos de felicidad en el carrito, hasta pagarlos, que casi no duele, porque es todo tan barato, pero sumando son como 60 euros, pero tan barato... y te llevás esa felicidad a tu casa. o a tu piso alquilado y compartido que de repente se convierte en tu casa. por qué? porque tenés tus almohadas (de 6,99), tus tuppers (es que eran como 17 por 2 euros!), tus cajitas, tus sábanas rojas y azules, tu vela aromática y tu juego de toallas turquesa. y el mundo se volvió bello de repente porque a la cama le pusiste dos cojines preciosos que no combinan con nada, pero son tuyos.

y con una cookie en la boca y una coca light en la mano, leer las noticias uruguayas parece algo lejano. pero no por mucho tiempo. hasta que te encontrás con un mail que te golpea, una portada triste o un hilo de facebook que te dice que las cosas están igual, o distintas, pero que siguen estando, y que tú no estás ahí para verlo. y las pequeñas raíces que acabas de echar en tierra ibérica gracias a ikea (que te vende cositas para hacerte sentir en casa), se difuminan un poco, se retuercen, se desprenden. no estoy allá, pero me gustaría estarlo. por lo menos el rato que me lleve darle un beso a mi abuelo.

jueves, 11 de noviembre de 2010

todo por 10 euros

Hoy pasé bastante rato con mi compa de piso. La verdad que es re bien. Su único defecto hasta ahora es que fuma, pero lo hace de forma tal de molestar lo menos posible, y es re ordenada y limpia, además de simpática. Me invitó a unos programas que organizó con sus primas y su hermana que vienen por el finde y se quedan acá. Dudo que molesten mucho, y me viene bien socializar.

Y hoy me llamó mi “abuelo” español para invitarme a comer este y todos los domingos, así que iré a otro almuerzo familiar, rezando para que siga sin haber callos a la madrileña.

Y en clase tuvimos un día mortal pero bastante bueno, a pesar de que un profesor nos masacró todos nuestros intentos de agencia publicitaria y aplastó la imagen de marca casi íntegra. Pero bueno, sirve como bonding experience entre la clase y entre mi propio grupo (que somos la hostia!, como no nos cansamos de repetir).

Y estoy contenta por otra cosa. Hice compras. Pero compras de súper (tengo una especie de ley de que todo lo que compre para comer no puede costar más de dos euros. Y si cuesta menos de uno mejor. Así que casi todos mis productos son marca Carrefour). Y además, en el camino del súper hasta el piso vi una tienda de todo por 10 euros y entré a ver si había lámparas. Y me compré una que era de las menos horribles (igual no es un monumento al buen gusto, pero pasa, porque tiene sólo una decoración chonga), a 10 euros por supuesto, que es un montón en pesos uruguayos pero me soluciona un gran problema en el cuarto, porque no me tengo que levantar para apagar la luz, y además, puedo leer. Y queda mucho más home, así que aproveché para sacarle fotos, que aquí publico. Nótese el orden, la manta de iberia que es pieza fundamental de mi ajuar (junto con las sábanas a rayas del Carrefour, que son como de papel, pero qué me importa), el calendario para recordar los cumples como mi única pieza de arte en las paredes (los otros marcos están vacíos pero no creo q los rellene), el caballito de Barcelona en el escritorio, la nueva lámpara of course, y lo grande del armario. Y las fotos más crípticas de tablas y tornillos son de la cama, su rajadura y mis arreglos. Verdad que me quedó bastante potable? Hasta diría que está más sólida que cuando estaba sana.

Y procurando romper un poco con la dieta de sándwiches, hoy me hice una súper ensalada, y de postre yogur. Bueno y un mars, que estaban a 4 por 1,40 o algo así, un precio que en la calle te hacen por una unidad… capaz que gracias a las endorfinas o serotoninas o no se qué del chocolate del mars, estoy más optimista. Whatever, bienvenido sea.




































miércoles, 10 de noviembre de 2010

filosofías varias

Aliento y desaliento. Como un vaivén… Ganas de estar allá y suerte de estar acá. Las emociones un poco a flor de piel, o un poco muertas. Ya ni sé. No sé si crezco o me empequeñezco como una hormiga entre millones. No sé si importo. No sé muy bien qué me importa. Aunque sí sé lo que extraño. Y lo que valoro acá.
Ahora hace frío, y salir a la calle, caminar, ver plazas y tiendas, va dejando de ser una alternativa atractiva. A veces mi idea principal del día es “make the most of it”. Una especie de carpe diem. A veces es “endure”. Aguantar. Aguantar sentirme sola, el frío, pero sobre todo el tiempo. Aguantar hasta que pase el tiempo. Aguantar hasta volver. No es una linda filosofía. Pero a veces se apodera de mí.
A veces pienso, a veces hablo con alguien de las cosas. Y se hacen menos pesadas. Cuando empecé a escribir esto tenía una mentalidad “endure” total. Ahora me voy a dormir con la cabeza más liviana. Con el alma más liviana. Con un poco más de confianza en que voy a poder. Seize the days. Qué logra esos cambios? Una conversación, un abrazo, un mail. Lo que sea.
Mientras tanto trato de que mi espíritu no ande como un péndulo, de allá para acá, de acá para allá, queriendo estar en otra parte. Estoy acá. Buscando un lugar en el hormiguero. Y escribiendo sobre ello.

lunes, 8 de noviembre de 2010

lo efímero del éxito

Estrés. Bueno, estreses varios.



La mañana de hoy la pasé en la universidad complutense, en el edificio de la facultad de ciencias de la información. Una especie de caja gris gigantesca y bastante gélida (hoy volvió el frío a la ciudad, y creo que ya no se va a ir hasta dentro de mucho tiempo), lleno de multilocos, de escaleras, de pasillos y carteles pegados en todas partes. Como la nuestra estaba cerrada (por un feriado interno de nuestra universidad), fuimos a la complu a reunirnos con mi equipo. Resulta que trabajamos precioso, armamos un proyecto hermoso y redactamos otro trabajo lleno de ideas fantásticas. Preparamos una presentación para el miércoles con el nombre de nuestra agencia de publicidad, su logotipo, etc, etc. Maravilloso todo. La verdad que mi grupo es genial.



Resulta que me volví a “mi casa” a almorzar. Tengo problemas con la comida. O sea, hago demasiados desastres cuando cocino sin supervisión. El otro día se me pegaron los fideos a la olla porque me olvidé de ellos. Hoy resulta que hice unos huevos duros para tener a futuro para sándwiches o ensaladas o lo que sea. Pero me quemé cuando agarré la olla y volqué la mitad del agua hirviendo arriba de las hornallas. También me hice una sopa pero me quedó re aguachenta. Cuestión que acompañé la sopa con un sándwich, y de postre una manzana verde. Y mañana sándwiches y pasado sándwiches hasta que se me acaben todos los ingredientes (salame, queso, aceitunas, tomate y huevo duro. Ah y margarina que le robo a mi compañera de piso, o ketchup).




Cuestión que dejé la cocina inundada de agua hirviendo para que se enfriara, lavé ropa (se me cayó una de las prendas lavadas blancas en el suelo del patio, por lo que la tendré q lavar nuevamente en el futuro próximo (esta fue la tanda de los colores claros, y con ella casi toda mi ropa está limpia). Y después de colgar la ropa, me dediqué a la maldita cama. Maldita. La putée con todas mis fuerzas. Resulta que los tornillos que compré en la ferretería del corte inglés no servían porque no eran lo suficientemente largos (desmitifico esa idea de que el corte inglés tiene todo. No tiene tornillos de más de 5 cm de largo). Así que atornillé, desatornillé, martillé, desarmé, hice un ruido bárbaro y al final descubrí que medio clavando unos clavos estratégicos sobre la rajadura (a lo bestia y del lado que no se ve) lograba algo así como pegar la rajadura y que no se note (mucho). Y para completar el tema de la rajadura, inserté un tornillo del corte inglés desde abajo, o sea, que es bastante sutil también (aunque nada es sutil si lo mirás bien). Resulta que el tornillo maldito no ingresaba su cabeza en la madera y salía para afuera. Y no veía manera de ajustar la pata de la cama (la que constaba de UN tornillo en vez de los tres que requiere), y el único tornillo largo que tenía (el de la cama) no se podía relacionar con los destornilladores en mi posesión (tenia otro tipo de agujerito). Entonces salí al frío a comprar tornillos más largos. Resulta que en la ferretería de confianza encontré unos de 7 cm de largo!!! Una cosa imponente, ideales para mi objetivo. Con ellos en mis manos regresé a mis tareas carpinteriles, y en un santiamén (sí, mismo, me sentía gepetto), logré ajustar la pata a la perfección. Armé toda la cama de nuevo, la tendí primorosamente, y mañana cuando venga el dueño a mirar unos caños no tiene ni porqué darse cuenta de nada. Y lo mejor de todo va a ser que me voy a poder mover cuando duerma sin peligro de derrumbe.



Pero quedé muy agotada con esto de la cama. Y entonces me llama el chico de mi grupo (somos un varón y tres mujeres) y me dice que el profe querido, al que le mandamos el nombre de nuestra agencia por mail el viernes, decidió que no le parece bien y que tenemos que usar uno alternativo. Es decir, tenemos que hacer TODO OTRA VEZ. Nos reunimos no sé cuántas horas para esta cosa y encima nos quedó bien, estábamos conformes y contentos, y ahora se le ocurrió (hoy lunes puente sin clases, mañana martes feriado y todo cerrado) que tenemos que reelaborar nuestra imagen de marca. Y eso implica reunirnos mañana de nuevo, hacer todo de nuevo, e imprimir el archivo quién sabe dónde, porque claro, las repro (reprografías se llaman las casas de fotocopias) están closed.



Me duele la espalda y la cabeza me explota. Maldito profesor. Maldita cama, más vale que me acunes un poco hoy que lo necesito bastante.

domingo, 7 de noviembre de 2010

artistas callejeros

no sé si es la crisis, pero son plaga.
no pretendo resarcirme del período de ausencia con dos posts en un día. sólo compartir estas fotos de madrid y barcelona y de la gente extraña (o llena de recursos, o desesperada, o ingeniosa, o patética) que anda por los rincones turísticos haciendo de todo para conseguir unos centavos.