miércoles, 30 de octubre de 2013

Aleph


No voy a pensar más. Voy a orbitar y dejarme llevar por lo que pase, porque lo que no pasa no importa y no influye en el transcurrir de las cosas. Lo que vale es lo que sí, lo de hoy, lo que hace latir. Lo que se refleja en mí y destella interminable sobre la pared del mundo, donde la luz se disfraza de estrellas y enternece la noche. Donde el cielo deja de ser negro y repercute en el silencio estrepitoso de un abrazo ciego. De una perseverancia terca. De un presente vivo. 

miércoles, 23 de octubre de 2013

Best of

Dice "prejuicios" y leo "prepucios". Dice "parche" y leo "garche". Dice "organismo" y leo "organismo" porque ta, a veces leo bien.

Si te invita a cenar a su casa comida que él cocina, el postre sos vos. De nada.

La gente no es mala y comenta. La gente es mala, asume cosas, supone equivocadamente, rumorea, inventa, malentiende, complota y comenta.

Foto de ex con su actual en Fb y alguien les pone: "Lindicimos". Más vale sola que mal comentada.

Tengo miedo de enamorarme de alguien sin traumas ni miedos ni pareja estable y que de golpe no hayan impedimentos para ser feliz.

Todos somos la Nix de alguien que sólo toma Coca Cola Light, hasta que un día puede más la sed.

Ni todo lo que escribo es para vos, ni todo lo que sos para mí lo escribo.

Guardar un secreto implica la gran responsabilidad de elegir bien a quién se lo contás.

Señor, si no fuera molestia, me gustaría apretármelo contra el murito.

Hay gente que besa y hay gente que BESA Y TE DA VUELTA EL CEREBRO. Y ta.

Recuerdo con cariño la época en que tenía novio. Dábamos paseos por el bosque y alimentábamos juntos a los dinosaurios.

Superaste a un pibe cuando escribís la primera letra de su nombre en la barra de búsqueda de facebook y recién aparece en cuarto lugar.

Gané la campera, patiné y no me caí, hoy es sábado y hay chocolate en casa. Si eso no es estar en racha, no sé.

Que te piropeen el culo está bien, pero que te piropeen el alma es otra cosa.

No sos vos, son tus crocs con corderito.

martes, 22 de octubre de 2013

Premio

No es tanto el hecho de ganar sino el hecho de estar todos ahí riendo en la foto.

lunes, 21 de octubre de 2013

La solución a todo

Quizás la solución a todo sea un sillón en ele. O no. Capaz que es el vómito y el dolor y el veneno por los siglos de los siglos. O el silencio y la frustración que se adhiere al silencio. Puede que sea la ausencia. El abandono. O también podría ser la edad. Quién sabe. 

Mientras tanto, los puentes se aflojan y las piedras se caen, hiriendo el agua.

viernes, 18 de octubre de 2013

Lo que la publicidad descarta

Andar en bicicleta. Andar. Rodar. Andar en bicicleta como si fuera el único medio de transporte que existe. Andar con tus pies, con tus propios pies girando y no es caminar, es mucho más rápido y leve. Oír cómo la cadena engrana en cada pedaleo, cómo giran los círculos los rayos los círculos en círculos en rayas en curvas en bajadas. Oír el viento que surca los oídos. Velocidad. Las estelas en el aire. Respiración. Ritmo. Autonomía. Una forma personal y única de avanzar. Una extensión de mis ganas de ser libre. Un sueño. Un lugar en todos los lugares. Una ventana invisible para ver las cosas. Movidas, desplegadas, espléndidas. Cadenciosas cosas que habitan el mundo que rodea a mi bicicleta. El espacio que recorre mi bicicleta. La parte de mi alma que se mueve así, sobre discos que giran. Mis alas con forma de rueda. Mi camino. Mi independencia.  

miércoles, 16 de octubre de 2013

Yoyella


En el Puerto del Buceo había un barquito atestiguando que los pescadores también aman.

lunes, 14 de octubre de 2013

son depresiones mías

Iba a vomitar acá pero alguien me sostuvo el pelo en otra parte, y pude llorar sin ensuciar la página.

miércoles, 9 de octubre de 2013

Envidia

Me gustaría escribir como ella, que pone los adjetivos perfectos donde la cadencia lo reclama. Como él, que tiene un vocabulario frondoso y serio. Como ese, que extrae humor de una catástrofe y se balancea con gracia por la cuerda floja de la ironía. Como aquella, que seduce sin lugares comunes, sin gestos obscenos, sin metáforas. Como ese señor, que dicta cátedra sobre la buena prosa desde una prosa excelsa. Como ese otro, maestro del diálogo y del boliche, con su lunfardo actual afinado para acelerar la narrativa con descaro milimétrico. Como aquel, dueño de la acción y dios del tiempo. Como esa de allá, que hace cotidiana la ficción hasta convertirla en vida. Como él, que se muere un poco en cada párrafo que hiere a la hoja. Como esos de ahí, que te hacen oler la basura con dos pinceladas de texto, que acuden a la sordidez como quien le habla a un amigo, que piensan como si tuvieran un monstruo encerrado en el cráneo, y probablemente lo tengan. Como ellos, que perduran en la evocación lectora de una infinidad de ojos. Como todos ellos, que respiran letras y transpiran sangre, que provocan hambre y logran magia, que despiertan rabia e inyectan miedo, que dejan eco y fabrican gloria. Que existen hasta que sus libros son polvo y vibran hasta que el recuerdo es vacío.

martes, 8 de octubre de 2013

Rodó

Al principio me pareció raro decirte de ir al parque. Era ese parque. Esos árboles ese pasto esa fuente esos cisnes esos caminitos de memoria. Toda esa vida trunca que había ocurrido ahí, esa trama desventurada que miraba las islas de conejos y recorría senderos de palmeras buscando certezas y encontrando miedos. Y sin embargo, nada, porque llegaste al parque y fue otro parque. El verde se sintió bien bajo tus pies, el sol te achinaba los ojos, y la vida era otra en este parque nuevo, que ya no era mío ni de la memoria, ni era tuyo aunque te quedara tan lindo desmigajado en pastos sueltos en tu saco negro. Tampoco era de los dos perros que se acercaron amistosos ni de los cuidadores ni del viejo que nos ofreció un banco ni de la chica que sacó a pasear al conejo. No era de ellos ni de nadie más porque hoy el parque era nuestro y todo lo demás era historia. 

lunes, 7 de octubre de 2013

Bisabuelos






No me acuerdo mucho de ella. Sé que tenía pelo blanco y cocinaba bien, pero cuando la visitábamos estaba recostada y tranquila. Sí me acuerdo de él, que fue el primero que me empujó a escribir y no sólo eso, me compraba los cuentos con galletitas, libros y hasta algunos pesos. Y tostaba maní y tenía perros y pájaros y una carpintería y nos hacía comer el pomelo con cucharas afiladas y le ponía curry a la sopa.

domingo, 6 de octubre de 2013

Matiné

En los últimos días vi dos películas de esas que después de un rato te dejan pensando. Una era Gravity, nuevita, con George Clooney y Sandra Bullock, y la otra era The Road, de 2009, con Viggo Mortensen y Charlize Theron. Si bien no se parecen demasiado al primer golpe de vista, las son historias de supervivencia. Y las historias de supervivencia se parecen en el sentido de que tocan fibras determinadas, asociadas al amor por la vida a toda costa, y a lo que hace que esa vida valga la pena por más duro y árido y desolador que sea el contexto, desde la soledad infinita del espacio exterior hasta la crudeza de un eventual fin del mundo. 

Lo que me pasó después de ver Gravity fue que sentí un agradecimiento poderoso por estar viva y por estar ahí en ese jueves y en esa sala de cine y con esa persona. En suma, por estar acá latiendo y por la gente que me hace reír durante la estadía en la Tierra que, por más paloma que suene, está llena de cosas lindas. 

Porque esas cosas lindas son las que faltan en The Road, donde el mundo se volvió frío y sangriento y la gente es caníbal y cruel. Donde es matar o morir, y probablemente aún matando el destino sea la muerte. Donde lo peor ahoga, agobia, abruma. Parece ocuparlo todo. Lo bueno sólo existe como una vela en la noche. Ínfimo, y aun así, sagrado. Por eso debe protegerse hasta en las peores circunstancias. 

Y en el medio yo, viendo películas y encontrando redenciones en dos horas de Hollywood. Amando la forma en que historias ajenas se vuelven propias y una puede vivir el apocalipsis o la deriva espacial sin daños físicos pero con sentimientos alborotados. Y cuando se prenden las luces, levantarme con la sensación de haber aprendido algo y con ganas de aprovechar el rato que me toca en este mundo, bendito sea él y toda su parafernalia humana. 

sábado, 5 de octubre de 2013

On track

A veces se me llena de agua la mente y olvido por un rato que tengo una suerte muy alta y muy serena caminándome al lado.

miércoles, 2 de octubre de 2013

Carpe diem


Qué linda está la noche para dejarse morir de a poco entre las sábanas, y amanecer mañana con ganas de estar acá en la vida de nuevo.

martes, 1 de octubre de 2013