martes, 23 de septiembre de 2014

Ruido

Pero ahora no estoy ahí. No estoy atrás del vidrio ni del otro lado de la puerta. Estoy acá entreverada en un nudo de sábanas desiertas, con un gato gris durmiendo en la mitad de la cama y en la otra mitad, mi cuerpo. Mi cuerpo habitado por mí y por lo que me pasa. Por lo que me pasa cuando no me pasa nada porque lo que me está pasando realmente está acá, de este lado de la cama, abajo de un acolchado que seguramente nunca va a tapar ese miedo gigante de haberme equivocado de nuevo. Me ocupa toda un murmullo que trato de no oír y algo se desintegra lentamente cada vez que respiro. No estoy ahí y eso es un poco lo que duele. No estoy ahí y estoy acá, enredada en este silencio irónico y en estas palabras que no dicen lo que quiero decir porque en el fondo supongo que lo están gritando. Y es todo obvio y estúpido y tan estéril que ni el gato se despierta ni la cama se llena ni mi cuerpo se hace eco de toda esta presencia que me falta. 

1 comentario:

  1. Esta muy bien expresado, lo que pasa cuando uno no está ahi y Está aca...:/
    Me tocó, voy a empezar a leerte seguido.

    ResponderEliminar