viernes, 10 de junio de 2022

Sueños diferidos

Una vez que abrís los ojos, no podés cerrarlos.
Una vez que corre la tinta, ya quedaste expuesta.

Entonces no queda otra que seguir escribiendo.
Dejar salir lo que todas queremos decir, pero quizás no sabíamos.
Dejar de estar cómoda para ser útil.
Dejar de estar ciega para ser libre.

Y escribir como meta, como conjuro.
Para doler juntas. Para doler menos. Para cambiar todo.
O para tocar algo, aunque sea pequeño. 

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