domingo, 4 de agosto de 2013

Oh saturday saturday

El sábado se fue y dejó todo desordenado. Tenía otra fiesta en alguna parte y dejó al domingo para que nos ayudara a limpiar. Y bueno, acá estamos, barriendo lentamente las serpentinas del suelo y poniendo los almohadones en su lugar. Los vasos los dejamos en la pileta porque dijo el lunes que él se encargaba, y bueno, le tomamos la palabra. Al sábado nadie va a reclamarle nada, obvio. Siempre es más divertido cuando está él, aunque después nos abandone con la resaca y la mugre. Se lo perdonamos, porque por algo es quien es y lo seguimos invitando al evento de la vida cada semana.

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