miércoles, 15 de diciembre de 2010

rebelión y regreso



me siento teenager. tendría que estar estudiando pero no tengo ganas. y el examen es mañana. marketing. una preciosidad de estupideces. básicamente listas de puntos, de etapas, de tipos de, de definiciones. esas cosas que es inútil estudiarlas porque pasado mañana no me voy a acordar de nada. así que me puse rebelde way.

entonces en vez de estudiar, hice croquetas. esta vez, casi como si supiera hacerlas. me quedaron preciosas, y tan ricas que me las tuve que comer todas. eso no es bueno...

y en vez de estudiar, hice un excel de gastos en el extranjero. es sumamente deprimente, pero le puse colores y quedó muy bonito. las cifras no, pero en fin. por lo menos van disminuyendo mes a mes... lentamente, pero van.

y en vez de estudiar, también quise abrir una coca que me había olvidado adentro del congelador. ya se había derretido un poco, pero cuando la abrí saltó refresco por toda la cocina, cual salpicado de erupción volcánica. no coke for me y mucho que limpiar.

y en vez de estudiar, me fui a comprar regalos de navidad. con no demasiado éxito. y las orejas congeladas. volvimos a los cero grados (ni frío ni calor). y un vientito gélido que remueve las hojas de otoño que andan por todos lados (como españa está en crisis no hay muchos barrenderos este año, y mi barrio no debe ser de los que más les preocupa barrer).

y en vez de estudiar, voy a darme una ducha, lavar los platos, ordenar un poco mi habitación y después recién quizás repase algo, como quien lee algo aburrido para dormirse. son las 0.48. creo que tengo una noche medio larga por delante.

pero no me importa. tengo pasajes a casa. en cinco días, el frío va a ser historia. tengo como la ilusión que tienen los niños por ver a papá noel. pero yo la tengo por ver a papá a secas, y a mamá, y a mis hermanas, mi gato, mis abuelos, mis amigos, mi familia toda y mis caballos. mi casa y su olor y sus ventanas por todas partes. mi ciudad, con o sin basura, y la rambla eterna llena de gente tomando sol y mate y cerveza. las nochecitas de verano. el color oscuro en la piel. esconder los regalos. sandalias. olor a mar. olor a sundown. galletitas en la playa y tragos en alguna barbacoa. gente despreocupada. campo. sol y sol y sol. manejar un auto en una ruta eterna y un caballo por donde me plazca. respirar aire puro. en serio, acá no es puro. asados, fuegos artificiales, glamour y pantalón de jogging rotoso. pasto, aunque esté seco, y si cabe, piscina. jugos a la hora del té. gin con pomelo. tarta de puerros a las siete de la mañana, después de bailar. casino, discoteca, trivial, truco, atardeceres. caminatas. charlas. y silencio.

mi verano sólo dura veinte días. pero cómo los quiero exprimir. me siento absolutamente agradecida de volver a casa. aunque sólo sea fugaz. no sé cómo resultará, pero seguro que va a ser una de las mejores navidades de mi vida. gracias, gracias, gracias. y que el 2011 traiga todavía más emociones.

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