domingo, 17 de febrero de 2013

Eso

Llegamos juntos a casa. A nuestra casa. Chica, pero ordenada y cálida. No sé si tenemos un gato o un perro, o los dos. Vos empezás a preparar las cosas para la cena. Mi inexperiencia te observa picar la verdura y preparar la carne. Pongo la mesa. Nos reímos. Hay música o el informativo. Da igual. Hablamos de cosas. Cenamos y yo lavo los platos. Después, nos acurrucamos en el sofá. Vemos algo en la tele. No sé qué, no me importa. Miro lo que vos mires. Sólo quiero disfrutar de eso que me envuelve toda. Ese olor a hogar. Tu dedo recorriendo mi mano, aunque ya casi no te des cuenta de ese movimiento. La placidez. Poder quedarme dormida ahí, donde siento que pertenezco. Eso. Y no mucho más. 

3 comentarios:

  1. Eso que decís te hacen tan perfecta, no perfecta como universalmente se puede pensar. Perfecta como esa pieza de puzzle única que se encastra solamente con otra única pieza dentro de un puzzle infinito de otras piezas que se van encastrando, tan perfecta como eso, tan única como eso.

    ResponderEliminar
  2. Ojalá lo encuentres, o tal vez lo tuviste y lo dejaste ir.
    Sls, Carla.

    ResponderEliminar