lunes, 12 de mayo de 2014

El átomo

A veces todo se reduce a que alguien te acaricie la cabeza mientras vos decís incoherencias semidormida en el refugio discreto de la evasión y el encuentro. Esa mano revolviendo el pelo es como el átomo de la ternura. Es la base del mundo que al otro día nos va a ver irnos en autos distintos a rutas viejas, llevándonos un gramo de esa cosa intangible que nos hace sentirnos menos solos y más parte de una misma sustancia rara que se volcó en dos vacíos. 

1 comentario:

  1. Ojalá algún día dos vacíos terminen llenando algo más que espacios intangibles. Ni yo mismo se bien lo que quise decir, usted perdone...

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