viernes, 26 de julio de 2013

Sustos

Cuestión que estaba en una tienda del shopping y alguien me pechó y tuve una sensación rara, miré mi cartera y estaba abierta. Seguí a la mujer que me empujó hasta afuera del local, entre indecisa y atónita. Miré mi cartera a ver si me faltaba algo y sí, me faltaba justo la billetera. Y la mujer se me perdió entre la gente y le dije a la guardia del local que me acababan de robar ahí, hacía medio minuto. La señora llamó a la encargada del local, que se fue a fijar en las cámaras a ver si se veía a mi asaltante. La guardia también llamó a los hombres de seguridad del shopping, que me preguntaron si había visto bien a la mujer que me robó. Y no, no vi un corno. Y me pidieron los datos y en mi desolación casi estallo en llanto en medio de la muchedumbre indiferente sumergida en sus compras. Y le dije mi nombre, y apareció la encargada del local diciendo que nadie me había tocado, que sólo una mujer me pechó pero nadie me había sacado nada, que si quería me daba una copia del video. Y apareció Superman y me acompañó a buscar en el auto a ver si se me había caído. Y después le dije para volver a la agencia a ver si me la había olvidado ahí. Y en el medio me ofreció parar para llorar. Y no paré y no lloré. O no mucho. Y llegamos a la agencia y no había nada sobre la mesa ni en el suelo. Toda mi esperanza estaba enfocada hacia el único cajón que me corresponde. Y lo abrí, y ahí estaba mi billetera fucsia. El mundo volvió a tener sentido y Superman seguía queriendo abrazarme a pesar de mi estupidez. Y lo invité a un jugo de naranja y una medialuna. Y bueno. No puedo volver a pisar el shopping por un tiempo, pero no perdí nada y gané muchas cosas. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario