sábado, 7 de junio de 2014

Fight Club

Veo explotar los edificios financieros del Club de la Pelea y estoy un poco perdida. No sé si son mis propias manos las que me acaban de hacer sangrar la nariz. No sé si los brazos que me duelen son los mismos que destruyeron la forma de mi boca y se llevaron uno, dos, tres dientes. No sé si esto es mío o si es el piyama manchado y roto de la que me está golpeando. No sé si siento una costilla quebrada punzando por dentro el amasijo de carne que soy, o si es un pecho ajeno que yo martillo con mis puños hinchados. No sé si me doblo dolida o si me levanto para atacar. No sé de quién es el grito que escucho ni por qué ese ojo negro mío me mira. Tengo miedo de estar contra la pared recibiendo las descargas de mis patadas. Desearía no escucharme aullar así. Me mando callar, me ordeno un silencio agónico y desoigo los gritos de mi garganta atrapada entre los dedos que se me partieron ahorcándome. Quisiera parar de molerme a palos pero yo sigo, sorda a mis quejidos, como un motor incesante de violencia encerrado en el sótano donde peleo contra mí misma. 

1 comentario:

  1. Sin duda de mis peliculas favoritas.

    ¿Quien va ganando?

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