Mary, Mary, quite contrary,
How does your garden grow?
With silver bells, and cockle shells,
And pretty maids all in a row.
Debe de haber habido un momento en que no existías. Pero después exististe y ahora no sé cómo volver a ese lugar en el que no te apropiabas de todas mis paredes como una enredadera gigante y densa. En una ridícula primavera plantaste un jardín en mí. Florecieron cosas. Hasta anidaron gorriones.
Ahora tengo miedo de volver a ser patio.
Siento lo de tus paredes. De verdad. Sólo pretendía juguetear con las palabras, fantasear con ellas. Ese lugar debe hallarse a media distancia entre tu indulgencia y mi torpeza. Tal vez algún día lo encontremos. ¿Miedo? Yo también lo tengo. Oí decir que distingue a los valientes de los imprudentes:)g
ResponderEliminar:)
Eliminar