miércoles, 20 de abril de 2011

la nube

día de descanso en madrid. y de poner cosas en orden. estoy home alone y eso siempre es agradable. ordené, lavé ropa, fui al supermercado (gasté 45 euros!!! pero considerando que los próximos 5 días son feriados, y que después no voy a tener mucho tiempo para nada, me pareció prudente hacer una compra digna de ama de casa), me dediqué a poner al día mi currículum, acortarlo y hacerlo más cool. con poco éxito. también estoy armando un portfolio de mis trabajos, pero voy muy lento con eso. es que después de semana santa empieza la odisea de buscar una práctica donde no me esclavicen totalmente y al menos me den algún euro. y quiero estar bien preparada. si algún director creativo de alguna agencia de publicidad madrileña está leyendo esto, quiero que se entere de que acá está su próxima copy.

también salí a correr. seis días de desayunos y cenas buffet incluidas, más almuerzos opíparos en el bar de la piscina, no pasan sin dejar huella. así que con una tarde extraña, de 23 grados, algo de sol y sin viento, salí rumbo a debod y el parque del oeste. subí hasta moncloa, que hay como 300 metros de subida intensa, y después volví a bajar hasta el templo de debod, le dí la vuelta, y mientras tanto observé el cielo. una parte estaba atardeciendo. pero otra parte estaba tan gris que las cúpulas de la almudena apenas se distinguían de la nube. se palpitaba el agua que ya no tardaría en caer, densa y pesada. el vientito empezó a agitar las hojas de los árboles. los truenos rugían como si estuvieran encerrados, y les fueran a abrir la puerta en cualquier momento. la gente en el parque no se inmutaba demasiado. pero ya llovía sobre carabanchel, aluche, casa de campo, y toda esa zona suroeste de madrid que se veía a mis pies. la nube se movía hacia el centro de la ciudad, arrastrándose más rápido de lo que parecía. corté camino, y llegué a la esquina de casa con las primeras gotas. ya cuando salí al balcón, el aguacero se derramaba sobre la calle, con un rumor sordo, vibrante, de primavera fresca. el olor a tierra mojada se filtraba por la ventana.

cuando llueve, es casi igual en todas partes. no puedo evitar sentir nostalgia de otras tormentas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario