jueves, 25 de noviembre de 2010

hasta que la muerte los separe



hay una chica de mi clase que tiene 24 años y es de venezuela y se casó hace dos meses para venirse con su marido a estudiar acá. y una amiga de la misma edad se casa mañana en uruguay.

entonces por qué será que me shockea bastante? que lo veo como algo lejano, muy muy lejano para mí? y, sobre todo, lo veo como algo hiper difícil de lograr, algo que la mayoría no consiguen (no hay más que mirar estadísticas), algo sólo para valientes o inconscientes o personas demasiado seguras de sí mismas y del otro. no sé. casamiento. uf.

más allá de todo el tema religioso bla bla bla que trae alrededor, del tema ético-moral-queda bien-institución familiar-etc, me parece que es una piscina muy honda en la que hay que estar con las ideas muy claras para zambullirse. y que gente de mi edad esté lanzándose a eso me parece muy arriesgado y admirable sí, pero me da un miedo atroz.

en base a mi escasa experiencia y lo poco que he visto del mundo, creo que no me voy a casar. el día que alguien me vea vestida de novia (que probablemente no significa que vaya de blanco) que me agarre del brazo y me mire a los ojos y me diga, bien bajito: "nena, estás segura?". y si le digo que sí, descorchen todo el champagne que hay en 20 km a la redonda (puede que sea en una chacra) porque eso es altamente inverosímil.

probablemente llegue a vieja solterona (lo que no quiere decir solitaria), gorda, loca y -espero- millonaria. la institución matrimonial me tiene un poco acojonada, como dicen acá (y el "acá" se le pega a la gente española, es gracioso). es como que si no lo vivo, no lo creo. y para vivirlo, debería de existir una seguridad tan enorme que me impulse a dar ese paso, que no creo que lo dé nunca. tampoco tengo nada contra el divorcio, pero es engorroso. más vale ahorrárselo no casándose. pero llegado el caso de un matrimonio infeliz, bienvenido sea el divorcio.

será que nadie me dio la seguridad de decir: con este me caso. no sé si el amor dura para siempre. cada vez me inclino más hacia el lado que dice que no. me refiero a ese amor rosado y esponjoso. porque del otro amor quizás hay demasiado. de ese que duele y no conduce a nada. esa cosa insistente que parece que nunca se va, y aguijonea el alma cada tanto. qué carajo es? a veces no parece amor.

matrimonio lo asocio con estabilidad, con compañía. y con algo pesado. con ahogo. con rutina. sé que no tiene por qué ser así. y si me caso, quisiera que mi matrimonio no lo fuera. de momento, miro de lejos a las que van de blanco y no atajo ramos. pero las aplaudo, claro. y brindo por ellos. bienaventurados sean los valientes que dicen sí quiero.

1 comentario:

  1. buenas observaciones mag !!! sera que todavia nos falta conocer más .....? y a seguro se lo llevaron preso eso ya sabemos. Sin duda es un salto al vacio que hay que estar dispuesto a dar pero eso pasa siempre con casi todo no? jaja saludos!!!

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