no sé de dónde me fui ni a dónde regresé. no sé si volví a uruguay o a madrid. no sé si fui de viaje a mi casa por un tiempito, o si el viaje es esta otra cosa tan larga. no tengo muy claro lo que es el tiempo. ni cuánto falta. ni dónde quiero estar.
sé que ahora estoy acá otra vez, y que madrid está bastante bondadoso, por lo menos en cuanto a clima y amigos. exige horas de trabajo y trámites, clases, poco sueño y cosas que hacer. ocupa el tiempo. llena las horas. cansa.
puse fotos en los marcos de ikea vacios que había colgados en la pared mi cuarto. no sé si me quedo en este apartamento o si en 20 días me voy y ya las tengo que sacar, pero me gusta ver las caras amigas.
tengo más ropa y todo en orden. mi compañera de piso me lavó las sábanas mientras yo no estuve (muy tierna). quiere que me quede tres meses más. me alegra eso. no sé si se dará, pero me alegra saber que me considera buena flatmate.
me voy a hundir en las sábanas limpias. hoy fue un día eterno y mañana va a ser igual o peor. no quiero ni saber de campañas publicitarias. estoy por asesinar al primer hippie que se me cruce. odio la ong que tenemos que anunciar con todas mis fuerzas. quiero dormir y una aspirina gigante.
enero viene movido, febrero prometedor, marzo acompañado, mayo concurrido y junio es una especie de horizonte. después se verá. por lo menos tengo cosas a las que look forward to. muchas. grandes. lindas. voy a soñar con eso. creo que estar acá es el gran viaje, y algún día tendré el regreso que espero. mientras tanto, absorber, aprender, aprovechar y abrir la cabeza. no sé si estoy feliz. pero estoy tranquila. todo va a llegar, y va a estar bueno.
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