viernes, 8 de marzo de 2013

El desarme

Entrar a casa con todo a cuestas. Con los ojos heridos, con la espalda llena. Depositar el bolso en el sillón como si en él fuera cargado el mundo. El universo. Sacarme los zapatos como quien se quita la vida de encima. Sentarme en el borde de la cama, mirar la nada. Lo insoportable de pensar. La cabeza que se desgrana en latidos, que hierve, que implota. Los brazos lánguidos. El ardor de lágrimas blindadas. El frío del que me despojo, porque no lo quiero, porque ya no tengo que defenderme de nada. El alma rota. La idea que sangra, y yo que junto la sangre con las manos en cuenco y la vierto sobre ella otra vez, como para que no la pierda del todo. Igual se muere. Igual tiene gusto a hierro y a nunca más. Adivino, como si ya hubiera sido trenzado, cada hilo del futuro próximo. Me dejo llorar y siento que adentro mío alguien grita. Alguien grita y tiene un hacha y va clavándola en los costados de mi cráneo. Ya rompió todo, y sigue gritando. Es la ilusión con despecho. La dejo gritar porque tiene razón. Cierro los ojos y me tapo con el acolchado. Me encierro en esa guarida mullida y me termino de desarmar. Me quedo dormida abrazada a la soledad, que me acaricia el pelo y me dice que siempre va a estar conmigo.  

2 comentarios:

  1. Más allá del dolor, me atrevo a realizar una acotación que poco sieve, fiel a mi ser, y es que me asora la capacidad de expresión que posees para describir las cosas.

    Quizá algún día, este envidioso lector, pueda alcanzar a describir la agobiante pena del desengaño -y desencanto- con la riqueza literaria característica de tus textos.

    Perdoname la compadreada de tutearte.

    Pd.: Jodido es el dolor de quien añora ser correspondido mas resulta rechazado. Desengañado y desdichado, uno cree sentir como la soledad nos abraza hasta los huesos, casi, como íntimos amantes.-

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  2. Vos siempre me podés tutear, Detaquito. Y no precisás envidiar tanto porque capacidad de expresión te sobra. Gracias por el comment y por la altura y la empatía que emanan de él.

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