martes, 25 de mayo de 2010

el hombre de mi vida


existe? caerá del cielo? me lo voy a encontrar en un bondi, en una oficina pública o en una noche de antros bailables? ya pasó por mi vida y lo dejé ir? tengo miedo de que no exista. tengo miedo de que exista y nunca nos encontremos. o que él sea el hombre de mi vida y yo no sea la mujer de la suya. tengo miedo de que hayas sido vos, y estar dejándote ir. y tengo miedo de que no lo seas, y estar aferrándome a tus abrazos porque supieron hacerme muy feliz.

no tengo ninguna respuesta. tengo dudas, miedos y el corazón abollado. tengo pena. tengo un dolor horrible en el pecho y el gusto maldito de la despedida que me persigue como tu perfume en mi ropa. tengo tus ojos grabados a fuego en mi memoria. lo único que sé es que te extraño y creo que siempre te voy a extrañar un poco. hay personas que nos forman, nos moldean, nos guían, nos abren los ojos. en mi vida, siempre vas a ser la más importante de esas personas. porque además me supiste querer a pesar de mí, y sobre todo a pesar de vos mismo.
pero aprendí dos cosas de vos. aprendí que la gente no cambia. por lo menos, no cambia en esencia. cambiarán detalles que decoran mejor la fachada, pero, en el fondo, lo de adentro sigue igual. igual de bueno, maravilloso y tierno. pero igual de cerrado, terco y difícil. ya viví dos años y algo de difícil. y entendí la segunda cosa. que las diferencias importan. quizás más o menos, pero algo siempre influyen, cansan, desgastan y separan. la edad, la distancia, y todo lo que engloban nuestros mundos distintos son factores que quizás al principio sean parte de la magia, pero con el tiempo se vuelven contra nosotros. y los dominamos bastante bien, pero algo nos ganó.
en honor a lo que fuimos, no quiero quedarme con lo malo. prefiero guardarte en una cajita y ponerte en la parte más alta de mi biblioteca, allá donde casi no te veo. sé que estás, se que estuviste y sé que si abro esa caja me voy a poner a llorar. porque no puedo evitar que junto con tus fotos y cartitas y regalos se desparramen pedazos de mi corazón.
así que no la voy a abrir, ni te voy a llamar, ni te voy a olvidar fácilmente. pero voy a tratar. ojalá entiendas que nos merecemos el mejor de los finales, y quizás, algún día, podamos avanzar hacia el mejor de los comienzos. porque sé que debe haber alguien para vos que no te haga sufrir como yo, y debe haber alguien para mí que no me haga llorar como vos. aunque cuando me abraces parezca que todo es perfecto. lo es, pero solo en ese instante de perfección incontaminada. después están la realidad, la historia, y el corazón abollado. y como siempre te dije, con el amor solo no alcanza.
espero no haberle dicho adiós al hombre de mi vida hoy. tengo terror de que haya sido así. pero de todas formas, si no lo es, le dije adiós a alguien muy especial, que me movió el piso, me enseñó más de lo que le voy a poder agradecer, me abrió su casa y su corazón, me impulsó a ser mejor, me trató como una princesa y me desafió a crecer como nadie.
y claro que duele.

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