miércoles, 26 de mayo de 2010

stuck in a moment

trabajo. qué palabra rara. sobre todo cuando una está en ese limbo de no estudiar ni trabajar, por lo menos no en serio. está la tesis ahí, aplastada en algún rincón de mi cerebro. me queda un mes para escribir e investigar el 30%. no sé qué estoy esperando. pero me muevo muy lento. sin ganas. como si recibirme no fuera mi absoluta prioridad (porque no lo es).

en sí, no tengo absoluta prioridad. no quiero recibirme. no quiero trabajar porque no sé qué me gustaría hacer. no quiero crecer. no quiero tener responsabilidades. a los 23 años, tremenda grandota diría mamá, me quiero estancar en una adolescencia que terminó hace rato. pero quizás sea porque esta etapa está siendo mucho más divertida, y menos traumática.

creo que si mamá lee esto le da un infarto. y si mi abuela lo lee, me manda de monja. o algo así. porque son las fuerzas motoras de mi tesis. creo que si no me estuvieran presionando todo el tiempo, no me recibiría nunca. bueno, no cantemos victoria. todavía estoy a tiempo de no recibirme. vengo trabajando muy bien en ese sentido.

pero la verdad es que tengo una desmotivación general a nivel existencial. no le llamemos depresión. llamémosle vagancia. desencanto. pereza cósmica. aburrimiento atroz. tedio. no sé qué diantres quiero hacer con mi vida. quiero algo que me desafíe, que me enganche, que me movilice, que me entusiasme. no lo encuentro. quizás sea algo editorial o publicitario. sí o sí tiene que ser creativo. sí o sí tiene que exigirme pensar. sí o sí tiene que hacerme feliz.

el otro día hablaba con mamá de una amiga que tiene muy buenas habilidades para tratar con gente. es secretaria. yo le dije "yo nunca podría ser secretaria", y mamá me dijo "ya sé". así nomás, no tuvo ni que aclarar que es sumamente consciente de mis cuasi nulas capacidades como ser social.

entonces mi vida es un limbo entre todo lo que hice para llegar hasta acá (acá es entregar la tesis? recibir un título de licenciada?) y lo que sea que haré en el futuro. y el limbo este es muy cómodo. calentito. modorrosiento. como un capullo de seda. lo que me temo es que haya entrado una mariposa colorida y promisoria y vaya a salir un gusano gordo y pachorriento, inútil, vago y dormilón.


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