miércoles, 10 de agosto de 2011

mute



vienen siendo días de pocas palabras.
en 36 horas me voy a londres, así que espero tener muchas cosas que contar.
mientras tanto madrid transcurre igual que siempre, con alguna paz encontrada y las preocupaciones ordinarias que se turnan para aquejarme. me dedico a la contemplación y a dar largas caminatas por los lugares que más me gustan cuando el atardecer cierra la persiana del día. hoy vi a la ciudad luminosa que estoy acostumbrada a admirar. destacable: la almudena iluminada y el cielo rosado. también fantástica: la luna, con un gajo en degradé, asomando entre los árboles del retiro. las noches siguen como si el verano fuera eterno.

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