Mi tío quiere que empiece una novela autobiográfica. No le dije que ya lo intenté, y que me salió una mierda que fui incapaz de terminar. Escribir una novela es quizás uno de los objetivos más importantes de mi vida. Creo que va a llegar en algún momento, pero ahora no me sale. Tengo que poder contar otra historia que no sea la mía, y no sé cómo encarar eso.
El blog, mientras tanto, sirve para que la escritura no muera. La única consigna es escribir algo cada día. Hay épocas florecientes. Hay otras de duro trajinar. Hay otras agónicas. Olvidadas, como esta. Ya llegarán nuevas cosas que decir, y sabré dejarlas mejor dichas. De momento, esto parece ser lo que hay.
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