lunes, 26 de diciembre de 2011

letanía

El blog está un poco olvidado sí. No es abandonado la palabra. Es olvidado porque no hay rutinas, y escribir ha perdido el espacio geotemporal que tenía en mi vida. Ahora sigue siendo una necesidad, pero no encuentro cuándo desagotarla. Y a la hora que lo encuentro, estoy muy cansada. 

Mi tío quiere que empiece una novela autobiográfica. No le dije que ya lo intenté, y que me salió una mierda que fui incapaz de terminar. Escribir una novela es quizás uno de los objetivos más importantes de mi vida. Creo que va a llegar en algún momento, pero ahora no me sale. Tengo que poder contar otra historia que no sea la mía, y no sé cómo encarar eso. 

El blog, mientras tanto, sirve para que la escritura no muera. La única consigna es escribir algo cada día. Hay épocas florecientes. Hay otras de duro trajinar. Hay otras agónicas. Olvidadas, como esta. Ya llegarán nuevas cosas que decir, y sabré dejarlas mejor dichas. De momento, esto parece ser lo que hay.

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