Si yo llego a vivir esa cantidad de años, me consideraré bastante longeva. Si encima los vivo tan fructíferos y ricos como mi abuelo, creo que me consideraré afortunada. Si además los festejo rodeada por mi familia, soplando una vela hundida en mousse de dulce de leche y brindando por unos cuantos años más, creo que no necesitaré nada extra. Y si todavía tengo ganas de aprender a usar un ipad, la consciencia clara como un cristal y el cuerpo me responde para seguir jugando al tenis, me sentiré feliz.
Chin-chín por muchos años más de ejemplo, Gran Papá.
No hay comentarios:
Publicar un comentario