sábado, 14 de enero de 2012

lecturas al sol

La cantidad de libros que leo aumenta considerablemente en verano, aunque desde las épocas de la biblioteca municipal de Madrid que ya me leía tres o cuatro por mes. Ahora voy por el quinto desde Navidad, y tampoco es que dedique horas a pasear mis ojos sobre las páginas. Contra todo pronóstico, voy teniendo mucha suerte, porque me he topado con cosas muy buenas.

Empecé con "Steve Jobs", que es magistral, aunque Jobs se vuelva más detestable capítulo a capítulo. Desearía haber podido leerlo en inglés, pero lo que había en la bolsa de Papá Noel era la traducción al español de España, así que las palabras "capullo" y "ordenador" aparecían con frecuencia. Creo que es una biografía muy bien lograda (Walter Isaacson es el autor, un periodista de la revista Time al que Jobs le pidió que escribiera este libro), y definitivamente, por más idiota que haya sido Jobs a veces, tenía un cerebro muy bien amueblado y toda su filosofía de productos y de empresa es admirable, aunque no por ello sea menos polémica o discutible.Y por más insoportable que sea Steve Jobs, al final lloré, porque aunque no está narrada esa parte, su muerte tiene un legítimo sabor a pérdida global.

Después seguí con "El prisionero del cielo", de Carlos Ruiz Zafón, un viejo conocido, al igual que los personajes, que son los mismos de las dos anteriores novelas de este señor. Si bien en cuanto a trama a veces hay muchos cabos sueltos, el esplendor de su prosa es quijotesco y maravilloso. Vale la pena leer el libro sólo por el abanico de vocabulario que usa, muchas veces para lograr, con humor inteligentísimo, emocionantes giros de palabras y frases dignas de ser enmarcadas como ejemplos del total dominio del idioma español. Los personajes son entrañables, en particular la estrella, Fermín Romero de Torres, una especie de donjuán maduro de la Barcelona mística que nos regala Zafón en cada libro. Su labia se roba el protagonismo, y no hay forma de evitar sonreír cuando él interviene en un diálogo.

El siguiente fue "Aurora Boreal" de Asa Larsson, ahora que están de moda los novelistas suecos. Nunca viene mal, para saborear junto a la piscina, una novela negra de mucha intriga y asesinatos macabros. No es un libro excepcionalmente destacable, pero se defiende bien, aunque está escrito como para que compres la siguiente historia, y esas cosas truncas no me fascinan. Hay una interesante mirada sobre las "iglesias" medio sectarias y la religión en general. No terminé de entender su postura al respecto, aunque tal vez el libro mismo sea la búsqueda de una.

En el campo mi abuela me prestó un librito de García Márquez que nunca había oído nombrar: "La aventura de Manuel Littín clandestino en Chile", que es una crónica sobre el director de cine Littín y los avatares de la filmación de un documental durante la dictadura de Pinochet. El quid de la cuestión es que Littín tenía prohibido ingresar a su país natal, y toda la peripecia de los disfraces, los documentos falsos y los contactos con revolucionarios es casi inverosímil. García Márquez sabe contar las cosas, de eso no hay duda, aunque en este libro habla con la voz de Littín. Me gustó volver a leer sus oraciones bien construidas y sentir su apego a las causas latinoamericanas.

Por último, después de reorganizar toda mi biblioteca para que los libros estén por orden alfabético y no por tamaño o editorial, me elegí una novela vieja, un ejemplar que era de mi tía abuela y está fechado como comprado en 1950: "Otras voces, otros ámbitos", de Truman Capote. Medio delirante, tiene algo de realismo mágico a veces, y algunas conclusiones subyacentes sobre la naturaleza humana que de a ratos me dejan la sensación de que Capote sabía más de lo que decía, y de que el libro tiene profundidades varias que no alcanzo a sondar. También me hubiera gustado leerlo en su idioma original, pero la traducción no es mala y los detalles siguen estando ahí.

Ahora voy a intentar terminarlo, y espero que no se me rompan más páginas, porque el paso del tiempo no hace mella en la obra, pero sí en el papel.


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