Yo quería que actuaras con naturalidad. Buscaba una realidad virtual. Una luz que lo oscureciera todo. Sentirte como un hielo abrasador. Una paz armada, un disparate coherente. Una jaula donde ser libre. Un niño adulto. Un ciego que me viera por completo. Me faltaban esos placeres horribles, esa suave fuerza del misterio revelador. Necesitaba un vacío que me llenara. Una triste gloria que durara un instante eterno.
Apresúrate lentamente y lo obtendrás...
ResponderEliminarUna nota en blanco. Un secreto a voces. Un hola, para despedirme.
ResponderEliminarSi sos quien sos, ese hola de despedida es tan poco que sobra.
ResponderEliminarSoy quien soy, sin ser quien pensáis.
EliminarSoy quien, sin andar, estuvo de paso.
Un pequeño gran saludo.
Entonces no sé quién sos.
ResponderEliminarDame alguna clave.
Ni por esas. No nos conocemos, de hecho. Iba por otros derroteros cuando me di de bruces con tu blog. Me gusta. Yo tengo dos tuppers de plástico transparente. Rectangulares. Uno con tapa azul y el otro con tapa blanca. También suelo acarrear una pieza de fruta, preferentemente manzana, pero la reservo para merendar.
ResponderEliminarEntonces es un gusto recibir tus comentarios, persona de tuppers blanquiazules! Lo de la manzana está bien mientras no la lleves en tupper con forma de manzana.
ResponderEliminarPerdón por mi respuesta del principio, no soy tan mala excepto con los atrevidos cobardes con los que a veces me cruzo. Me gustaron tus comments (y más ahora que sé que no sos quien creía que eras).
Gracias por seguir el juego :)
Ok!:-)
EliminarG.