lunes, 30 de julio de 2012

El romo punzante

Yo quería que actuaras con naturalidad. Buscaba una realidad virtual. Una luz que lo oscureciera todo. Sentirte como un hielo abrasador. Una paz armada, un disparate coherente. Una jaula donde ser libre. Un niño adulto. Un ciego que me viera por completo. Me faltaban esos placeres horribles, esa suave fuerza del misterio revelador. Necesitaba un vacío que me llenara. Una triste gloria que durara un instante eterno.   

Me di cuenta repentinamente tarde. Yo reclamaba un oxímoron.

8 comentarios:

  1. Apresúrate lentamente y lo obtendrás...

    ResponderEliminar
  2. Una nota en blanco. Un secreto a voces. Un hola, para despedirme.

    ResponderEliminar
  3. Si sos quien sos, ese hola de despedida es tan poco que sobra.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Soy quien soy, sin ser quien pensáis.
      Soy quien, sin andar, estuvo de paso.
      Un pequeño gran saludo.

      Eliminar
  4. Entonces no sé quién sos.
    Dame alguna clave.

    ResponderEliminar
  5. Ni por esas. No nos conocemos, de hecho. Iba por otros derroteros cuando me di de bruces con tu blog. Me gusta. Yo tengo dos tuppers de plástico transparente. Rectangulares. Uno con tapa azul y el otro con tapa blanca. También suelo acarrear una pieza de fruta, preferentemente manzana, pero la reservo para merendar.

    ResponderEliminar
  6. Entonces es un gusto recibir tus comentarios, persona de tuppers blanquiazules! Lo de la manzana está bien mientras no la lleves en tupper con forma de manzana.
    Perdón por mi respuesta del principio, no soy tan mala excepto con los atrevidos cobardes con los que a veces me cruzo. Me gustaron tus comments (y más ahora que sé que no sos quien creía que eras).
    Gracias por seguir el juego :)

    ResponderEliminar