Me asusta cierta calidez. Me asusta porque me gusta. Porque no sé como reaccionar. Porque me levanto con ganas de que aparezca. La entreveo en una sonrisa que pienso especial. Y quizás no lo sea. La deduzco en una broma, la percibo en un mail, la confirmo en las sospechas de otros. Y sin embargo es imposible. Inviable. Lejana. No existe. Y si existe, no va a ocurrir. Además están pasando otras cosas. Pero sigo sintiendo todos los días esa calidez. Y me reconforta. Y me asusta. And it makes me wonder.
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