miércoles, 7 de julio de 2010

periplo (XIII) – crónicas atrasadas: patara, kas y antalya

Otra vez escribo desde el microbús. Ahora dejando la costa turca (la “turquoise coast”), en realidad hace rato que la dejamos, porque son las tres de la tarde y salimos a las 9.30 de la mañana de Antalya.

Acabamos de pasar Konya, que es la ciudad turca donde los musulmanes son mas conservadores (por ende nuestras polleras cortas y muscul
osas son cuasi sacrílegas). Las mujeres andan de pañuelo en la cabeza y polleras larguisimas y manga larga (sí, larga, con este calor). Los hombres andan con pantalón largo tambien. Paramos comer en un restaurante muy groncho y bastante chuminga, donde por supuesto los mozos entendian muy poco y olian bastante mal. Pero comimos kuzu shish (como es lo unico que se lo que es y como viene, vengo pidiendo eso hace unos dias. Es brochette de cordero básicamente, con arroz y a veces con papas. Kuzu es cordero, tavuk es pollo. Son las dos variantes que he probado). Y ahora seguimos el camino rumbo a la capadocia (kapadokia creo q se escribe y pronuncia), nos faltan 200 km. En sí, el viaje no es largo en km (capaz 500? Un poco mas), pero la primera parte era muy montañosa (ahora es una llanura total), y el microbús este no puede andar a mas de 90 (según la polis que nos multó) y ademas en las curvas mega monstruosas y bajadas y subidas no podemos meter más de 70 km por hora porque sino nos matamos. Yo manejé un rato y creo que anduve bastante mejor en la montaña.

Eso viene siendo hoy. Pero voy a contar los dos dias que llevo atrasados.

Ah, información extra. Venimos jugando a adivinar cosas de turquia y Grecia, por ejemplo cuanta población tienen. Yo le erre por lejos. Dije 25 millones turquia y 38 millones Grecia. Resulta que el oráculo google nos respondio a traves del blackberry de mi madrina, y dijo que turquia tiene 72 millones y Grecia 11 y pico. Hablando del blackberry y mi madrina, nos vienen salvando de perdernos en las entradas y salidas a las ciudades, porque mamá muchas veces no hizo los deberes y no tiene claro donde quedan los hoteles, entonces el gps del blackberry nos lleva perfecto. (papá preguntó por un gps cuando le trajeron la van y el señor de europcar turquia se le rio en la cara).

En fin. El ultimo dia que me reporté estábamos yendo a la playa. Eso fue antes de ayer. Llegamos a Patara desde Marmaris (que yo dije que era como jaureguiberry, pero como es en turquia, es cool igual). Patara es una playa no congestionada, porque es larga, y no tiene civilización alrededor, solo un parking y un parador. Por ende te alquilan sillas pero te las ponen donde vos queres, y no estas amuchado con el resto de la gente. Y la playa tiene olas! Algo rarisimo para las playas que hemos visto, que son todas un plato.

Hicimos camping en dos sombrillas y cuatro reposeras que alquilamos y nos dimos unos baños de sol y mar durante un rato. Mas de sol que de mar, porque quedé super achicharrada. Pero bueno, ahora tengo un colorcillo un poco doloroso pero color al fin.

Almorzamos ahí (una especie de almuerzo, los que quisieron comieron. Yo tomé un yogur, que acá es raro el yogur. No tiene gusto, es como una crema blanca espesa, que no es tan rica porque le falta azucar, pero con frutas mezcladas pasa. En todos los desayunos esta el mismo yogur que parece salsa blanca, no han oido hablar del conaprole de frutilla ni del biotop.

Y después tomamos otro poco de sol (yo debajo de una sombrilla) y nos fuimos a kas. En Patara también hay ruinas, pero estamos un poco sobrepasados de ruinas y las vimos de lejos. Ademas hacia un calor, pero no me explayo más sobre la temperatura. Imaginen que todo lo que cuento esta impregnado de calor, y cuando haga frio les aviso.

Con mi bronceado de camarón llegamos a kas, que es un mini pueblo en una bahia, le estan construyendo un mega puerto de veleros, pero todavía solo funciona el puertito chico, donde hay unos cuantos barquitos, y una plaza, y alrededor de eso funciona el pueblo. Nos quedamos en un hotel bastante bueno salvo por dos cosas. La primera es que estaba como encajado en la ladera de la montaña y por ende era una especie de edificio escalonado, y no tenia ascensor. Y nuestra habitación quedaba como en el 4º piso por escalera, y las valijitas tan livianas que tenemos tuvieron que ser acarreadas por un pibe flaquito (17 años? 19?) que me dio pena. Yo subi la mia y llegue sin aire. Y el otro motivo es que el tipito ese no entendia ni jota de inglés, y yo ni jota de turco. Y de noche quise abrir mi cuarto y no podía, como que no giraba la llave. Así que baje los cuatro pisos hasta la recepcion y estaba el joven. Y trate de gesticular y hablarle y contarle de mi problema pero era imposible, tuvo que ir a buscar al viejo dueño del hotel (gay, según papa), que hablaba ingles bien, para explicarle. El viejo mando al joven a abrirme. Fue subir los cuatro pisos, meter la llave y chas, abrió al toque. Me miraba tipo “sos idiota” y se reia. Y yo no sabia donde meterme. Son los problemas de la estupidez y el no conocer el idioma combinados…

En kas salimos a caminar de noche por el pueblito y nos encontramos con sujetos muy comicos. Nos sacamos fotos en la escollera, y después anduvimos por un lugar de alfombras donde un tipo nos entró a hablar, a ver de donde somos, y que buscaba mujer y que ya habia estado mamá ahí mirando las alfombras y le habia contado que tenia 3 hijas, no sé, un plomo. Era verdad lo de q mamá ya había ido.

Así que nos sentamos a esperar a papá y mamá en un banco en la plaza, y al lado nuestro había otro banco ocupado por dos viejitos. Era una vieja con pañuelo en la cabeza, y un viejo raquitico, que miraban a la nada y charlaban poco entre ellos. Y en eso llegan mis padres, y papá se pone a hablar un dialogo fantastico con los viejos, porque ninguno le entendia al otro! Papá hablaba en señas y le decia “yo Eduardo”, parecia indio! Y los viejos no sé q decian, creo q le estaban mangueando cigarros, tratamos de explicarles donde quedaba Uruguay pero era imposible, pero divertidisimo. Aparte papá agarró la costumbre de intercalar frases en español que obviamente los tipos nunca captan, tipo “pah, no te entiendo un joraca”, y es comiquisimo.

Cenamos por ahí, y aca si está lleno de gatos, siempre hay por todos lados gatos, alrededor de las mesas en las plazas buscando que les tires algo de comer, en éfeso entre las ruinas, en el hotel en los balcones. Muy tiernos.

Al día siguiente (ayer) salimos de kas hacia un pueblito que se llama ucagis (c con colita, y ni idea como se pronuncia ni completamente segura de cómo se escribe), que queda en frente a una isla (kekova) donde hay restos de una ciudad que se hundio en un terremoto. Ahí paseamos en un barquito durante dos horas, nosotros solos con el capitan que se llamaba algo asi como kursat (pronunciado curshut o simil, tenemos una tactica con papa que es si no sabemos como se pronuncia, decirlo rapido y como si fuera aleman, aunque no sabemos aleman ninguno de los dos), que nos habia recomendado el señor viejo del hotel de kas.

El capitan muy bien, super discreto, nada plomo, nos paseo por la ciudad que se ven los restos de casas y unos muelles abajo del agua (se veian clarito esos), y en otro lado tumbas lisias, y después nos llevo a una caletita donde ancló y nos bañamos, el agua espectacular.

Y después, antes de zarpar de vuelta al puertito, nos trajo una bandeja con té de manzana, que parece que es una costumbre muy tipica y queda mal rechazarlo (los turcos son super hospitalarios! No nos dejan cargar ni una valija, y en los restoranes nos invitan con frutas o café o té on the house). Cuestión que no paso el té, y menos a 35 grados de calor al sol, y se lo tomó papá. Hablando de tomar cosas, la bebida turca nacional es el raki (la ere no es erre en el turco, siempre ere), papá ya lo probó y se lo tomó todo, aunq dice que es igual al ouzo griego, con otro nombre. Cuando pidió ouzo en santorini le sirvieron un vaso enorme y lo tiró cuando el mozo no miraba porque no le gustó.

Bueno, después del barquito fuimos a almorzar a lo de Hassan, un tipo que es identico a un pirata, y en el menú aparece una foto de él con un plato de pescados enormes. Acá es común que te quieran mostrar los megapeces que tienen así vos elegís uno y te lo comés, pero son enormes y te los muestran recién pescados, es horrible, te los ponen adelante en la mesa, apenas te sentás. No hemos probado nada de eso. Nos atendía Burja, la hija de hassan, una nena de unos 13 años capaz. Papá le decía cualquier cosa menos el nombre. Pobre Burja. Papá es un penal tratando de hablar en turco. Le iba mejor con el griego.

De ese pueblo nos fuimos a Antalya, a donde llegué manejando yo. El camino era todo bordeando las lineas de la costa, muchas curvas porque hay muchas caletas, que en general tienen playitas abajo, algunas minusculas, y muchas inaccesibles, porque la ruta va alto, y bajar a la playa es imposible desde el camino, y a los costados es acantilado puro.

Cuando llegamos a Antalya ni idea donde quedaba el hotel, y es una ciudad enorme, sobre todo por lo larga, porque se extiende varios kilómetros a lo largo de la costa. Llegamos gracias al gps, a The Marmara, un hotel que para mi se lleva el lugar numero uno del ranking de hospedajes de este viaje y capaz de mi vida. No por lo lujoso sino por lo original. La fachada era medio terraja, pero adentro era como Alicia en el país de las maravillas. Los cuartos eran gigantes, las paredes eran una rosada, una a rayas verde y azul, y el baño amarillo con detalles fucsia. Unos dibujitos de macacos hechos en paint estaban en todos lados. Y lo mejor era el piso 6. Era la piscina/jardín/restoran/lugar de desayuno/biblioteca/bar/computadoras, todo decorado locamente pero lindo, con hamacas que eran silloncitos tipo luis 14 colgando del techo altisimo (ni idea si son luis 14 pero es un decir), absolutamente magistral. Además habia un monton de gente, muchos jóvenes, que estaban en una conferencia, asi que el lugar tenia mucha vida. Y después dos cosas más para mencionar del hotel.

Primero, la habitación de papá y mamá, que quedaba como en otro edificio que salía del jardín del pìso 6. La habitación en si no era tan grande como las nuestras y un poco guisa, porque tenia una bañera atrás de la cama (era como para mieleros) y una decoración con escobas rarisima. Pero parece que papá miró por la ventana y daba como a un parking, feote. Y al rato miró de nuevo y daba directo al mar! Resulta que ese edificio aparte GIRABA. Nos paramos abajo, estaba como en una plataforma, y pusimos un pie de un lado y el otro del otro, enfrentados, y al minuto ya te dabas cuenta de que uno habia quedado atrás. Fantabuloso fantástico.

Y lo otro para mencionar es la bajada a la playa. No tenia playa el hotel, sí una piscina inmensa. Y el jardín daba a un acantilado. Pero te metias a un edificio blanco en el jardin que tenia ascensores, y bajabas del piso 6 al 0 (directo, sin pisos entre medio) por esos ascensores a traves de la roca pura, y salias a un túnel largo, y del tunel emergías a unas especies de plataformas con reposeras donde te tirabas al agua. Increíble. No tuvimos ni tiempo de disfrutarlo, una lástima. Yo queria quedarme hoy de mañana pero como dicen que el viaje es largo tuvimos que salir temprano.

Y anoche cenamos ahí en el hotel. En realidad, fuimos a cenar tipo 9 menos cuarto, y la comida llegó 9.25, y nos embutimos rapidisimo lo que pedimos para ir a ver el partido a uno de los cuartos, con la bandera colgada en la ventana para variar. Triste y emocionante y honroso partido. Uruguay 2 Holanda 3, gritamos mucho con el gol de forlán, y el de maxi vino como un digno final, vamos a por el tercer puesto. En el entretiempo volvi a salir con la bandera colgada, como en rodas, a comprar unos helados al piso 6 (nuestras habitaciones eran en el 18 y 19), y los mozos turcos no entendian nada de que eramos de Uruguay asi que no tuvo ni gracia. Uno nos dijo tres veces que eramos de Italia. Tarado.

Ah me olvide de contar que habia un botones muy cargoso, que nos lo encontramos varias veces por el hotel y nos regalo caramelos y a mi hermana le pidio el skype. Los turcos son cafishios tambien, diria papá, que dijo que los griegos eran. No se qué son, pero llamamos la atención con nuestro idioma y forma de ser, que para algunos debe ser una atrocidad, y en Konya nos miraban raro por la ropa.

Y hoy desayunamos un desayuno muy variado, y al auto, y a salir de antalya con el gps, y al costado de la ruta vendian unas cosas que cocinaban en unas ollas, y paramos porque mama queria saber que era. Al lado de la olla habia un niño gordito y un cajon lleno de cascaras de choclo. Y mi hermana bajó del auto gritandole “hey, qué hay en la olla?”, asi en castellano uruguayo puro, pero el nene le mostro que habia choclos mientras nos reiamos de la forma de hacernos entender con los turcos.

Van 5 páginas de Word, nadie va a leer esto, asi que dejo de escribir y me pongo a mirar el paisaje, que sigue siendo llanura total. Falta menos para kapadokia, donde vamos a un pueblito llamado Uchisar, al hotel más caro del viaje, aunque dudo que sea mejor de The Marmara.



(esto no tiene nada que ver pero es taxi en turco y me parecio comico)

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