martes, 20 de julio de 2010

periplo (XIX) - roma y el final.

hace muchos días que no escribo. no me pienso justificar. escribo si quiero y si no quiero no escribo. así que sólo voy a decir lo que me parece necesario decir.

primero, que estoy de vuelta en casa. extrañaba a mi gato, mi computadora, mi cama y mi palo de hockey. de uruguay extrañaba el frío, el dulce de leche y la gente que quiero. poco mas.

segundo, a la tesis no la extrañé nada y la sigo odiando bastante. en 10 dias la entrego. faltan ajustes.

tercero, roma. resumo. calor. calor. calor agobiante. cientos de miles de turistas en todos los mismos lugares que yo. plazas sin bancos de plaza. fuentes lindas y muy lindas como la de trevi. construcciones wow como el monumento a victorio emanuel II. cosas muy viejas como el coliseo, que de noche quedan místicas iluminadas. lugares que impresionan por la pompa y circunstancia, pero por poco más, como la catedral de san pedro. y obras de arte como la capilla sixtina, que vista en realidad no es nada que ver a como es en fotos. parece que las figuras son en relieve y no que un pibe las pintó durante meses, no quiero imaginar su tortícolis por mirar tanto al techo. y después no hay todas las tiendas de ropa que yo imaginaba que iban a haber. y no hay italianos en roma en julio. sólo turistas. y no hay arboles. eso me estresa. y las calles de adoquines rompieron las ruedas de mi valija. parece todo horrible no? es que fue un poco malo, digamoslo claramente. me gustaron algunas cosas, pocas. después el calor aplastó otras que podrían haber sido muy buenas. así que tendré que volver (en invierno, claro!) y con amigas. me parece que roma se disfruta mejor con amigas.

pero no me quejo. para nada. mi viaje tuvo un final genial que no voy a relatar porque no tengo ganas. y me encantaron todos los días desde el primero al último. cada tierra tiene su magia, todo fue nuevo y loco y lindo y único. creo que mi familia no se va a olvidar nunca este viaje. me llevo mucho más que unos souvenirs y unas postales. en madrid me sentí como en casa. atenas es una joya. santorini un paraíso sin vegetacion, pero un paraíso al fin. rodas es como vivir en el medioevo pero con aire acondicionado y playas. la costa turquesa es así mismo, turquesa, y bastante inexplorada y por eso quizás conserva su brillo. la cappadocia es algo salido de un cuento infantil, el lugar donde vivían los duendes, e invita a programas insólitos. estambul es una jungla extraña, que nos sorprendió, tal vez no con su mejor cara, pero que tiene sus lugares fascinantes como el gran bazaar, y un estilo de vida que por el contraste, nos choca. y a roma estoy decidida a darle otra oportunidad, porque seguro que tiene mucha vida. además descubrí que es más linda de noche que de día.

eso es todo (lo que cabe en un blog. en realidad es mucho más). terminó el viaje en good old montevideo, sin grandes complicaciones, con altibajos y aventuras, anécdotas y hasta nuevos idiomas. ahora a planear el próximo, quién sabe cuándo y hacia dónde. espero que el mundo no se haya cansado de mí.

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