sábado, 15 de diciembre de 2012

Quiebre

Qué día raro y mágico fue ayer. Con su agridulce sabor a pérdida como todos los días desde hace un tiempo, pero hermoso a pesar de eso, o por eso mismo.

Qué semana rara y mágica, también. Con sus secretos y sus ilusiones amontonándose por todas partes a pesar de las autoadvertencias.

Y qué sábado más vacío. Con su olor rancio a soledad instalándose otra vez en todo. En mí.

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