sábado, 14 de agosto de 2010

sábado a la noche otra vez

estoy de buen humor.

tengo un par de cumples.

estoy estrenando una remera que me regaló mi hermana que tiene un perro feísimo pero me encanta.

me puse las botas de taco porque hoy no me importa ser alta.

hace un frío de cagarse pero el abrigo no se mide en capas de ropa, si no en calidez.

salí a caminar y me llovió, pero las horas de ducha hirviendo fueron fantásticas.

ahora llegan las empanadas. me encantan las empanadas.

engordé un montón pero ya habrá tiempo de bajarlo (siempre hay tiempo, lo que no hay es ganas de abandonar las autoindulgencias).

internet anda como el culo hoy, será parte de nuestra mentalidad provinciana de país chiquito (como el hecho de que ancel no tenga convenios con compañías de otros países y no se puedan enviar sms a ciertos celulares de cierta madre patria... seguimos en esa estupidez de los convenios).

igual, sirve no poder mandar sms, porque las llamadas a tus 5 am son tan graciosas como borrachas (aunque asusten levemente, pero asustan lindo).


mi abuela no parece haber empeorado. hoy captó lo que decíamos. hasta dijo alguna cosa.

se encaminan planes. misteriosos, magníficos y muchos. planes de esos que involucran aviones y maletas. casas nuevas. corazones nuevos. y bastante independencia. y amigas. y lo que sea que me traigan esos maravillosos planes.

además, ahora me llevo la effa, y papá me dijo que confía más en mí que en mis hermanillas para manejarla. big praise.

y llegaron las empanadas. me siento un poco feliz. está mal?


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