sábado, 15 de octubre de 2011

power to the people

































"un banquero se balanceaba sobre la burbuja inmobiliaria,
como veía que resistía fue a llamar a otro banquero.
dos banqueros se balanceaban sobre la burbuja inmobiliaria..."

lentamente, en paz, casi con alegría. como parte de un ritual al que nos vamos acostumbrando todos. como si la mejor forma de hacerse oír fuera en el silencioso rumor de una multitud andante. con cánticos y pitidos y rugidos de vez en cuando. en familia o entre amigos. como un extraño paseo de sábado, a paso de tortuga, por las arterias más grandes de madrid y del mundo.

así se expresa hoy el descontento. la rebeldía. la indignación. como una masa enorme de personas desencantadas. logran lo que buscan, porque no se puede evitar sentir vergüenza. si yo fuera política, sentiría vergüenza. si fuera banquera, o presidenta de una multinacional, o estuviera al frente de un ministerio, me sentiría humillada por esas manos que se agitan en el aire. me sentiría herida en mi orgullo, por no saber hacia dónde se dirige todo a pesar de mi deber de timonear algún gran barco del capitalismo o la democracia.

lo único que sé es que ha cambiado la forma de hacer política, y la manera de reunirse de la gente bajo causas comunes. parece demasiado fácil movilizar al mundo, especialmente cuando el mundo tiene razón. si yo tuviera algún tipo de cargo de poder, político o económico, no sólo me sentiría avergonzada. también tendría miedo. el poder es imprevisible en estos tiempos. amenazador. como el rugido insatisfecho de miles de personas caminando hacia el sol.

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