jueves, 9 de junio de 2011

causas y efectos

a veces el mundo asusta. como ahora, cuando un volcán que estalla en chile hace que mis abuelos se queden (por lo menos) una noche más en madrid. no sé si es la globalización o qué carajo, pero la ceniza se movió a uruguay, montevideo cerró su aeropuerto, y el vuelo 6031 de iberia no sale hasta las cinco de la tarde de mañana. y papá me llama desde artigas para contármelo, mientras camina con sus botas embarradas por el cultivo de arroz. y por más que las comunicaciones llegan desde todas partes, mis abuelos no tienen otra cosa que hacer más que esperar que se limpie de ceniza volcánica el espacio aéreo del cono sur de américa. total que europa sigue quedando lejos, y todavía dependemos de cosas como el viento y el clima. la naturaleza tiene su manera de recordarnos lo pequeños, inútiles e impotentes que somos.

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