lunes, 13 de junio de 2011

una infantil adultez

día de hacer trámites y cosas de grande.

para empezar, fui al máster a hablar con la coordinadora. esto de las prácticas está horriblemente estancado y mis nervios van a estallar. no sé si ocurrirá algo. pero por lo menos no me quedo quieta.

aparte de eso, fui al banco santander. abrí una cuenta. eso de abrir una cuenta es como muy oh. cosa de adultos totalmente. procuré entender bien que era todo gratis. en realidad la abrí pensando en usarla para algo pero al final no se podía. así que tengo una cuenta en el banco en españa y ya le ingresé dinero por el mero hecho de hacerlo (y tener un fondo de seguridad y emergencias). casi casi empiezo a ser persona.

tercero, fui a conseguirme un nuevo teléfono móvil. resulta que entre tanto portal y tanto brindis madrileño, el mío desapareció la noche del sábado. no fue encontrado y me da apagado cuando llamo, así que lo di por muerto. saqué otro prepago (la cuenta bancaria tiene q tener 6 meses para servir para contrato), que es un blackberry. o sea un smartphone. o sea un telefono demasiado inteligente que lentamente -muy lentamente tengo que admitir- voy descifrando. pero necesito clases para entenderlo porque la verdad es que me supera ampliamente.

así que soy casi adulta. tengo teléfono modernoso a mi nombre, cuenta bancaria y estoy viviendo sola en casa estos días. me siento so independent y cool. sólo me falta el trabajo acorde a mi adult personality. claro, hasta que fui a cocinar (pero no tenía qué cocinar, así que recurrí a las conservas: ensalada de un tomate, atún, choclo y arvejas). abriendo la primera lata me rebano el dedo meñique izquierdo. la sangre chorrea por el lavatorio blanco del baño. una escena bastante poética si no fuera porque dolía como la mierda. toda mi adultez se me fue en un instante. y cada vez estoy más segura de que un accidente estúpido de lo más doméstico va a ser lo que acabe con mi vida. creo que soy más de hacer grandes proezas heroicas que pequeños actos hogareños. ahora espero no resbalarme en la ducha.



No hay comentarios:

Publicar un comentario