jueves, 16 de junio de 2011

claroscuro



se abrió un poco la ventana, y entró algo de luz. afuera jadeaban los treinta grados de aplastante cemento madrileño. adentro, yo seguía sola. con un libro de jaime bayly. con un teléfono nuevo que parpadea. con una televisión en mute. rodeada por tantas cosas que hablan. pero en silencio. porque aunque haya un poco de claridad, hay partes de mí que siguen en silencio. esperando algo. porque temo que cuando haya sonido, sea mi llanto.

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