sábado, 3 de septiembre de 2011

la niña mendiga

una vez leí un cuento de una niña mendiga que miraba desde la calle, por una ventana, la navidad de otros. en la calle había nieve y hacía mucho frío, y la niña tenía una caja de fósforos (en el cuento decía cerillas), y los iba encendiendo de a uno para darse calor. se calentaba apenas con ese fuego de segundos, mirando a la familia festejar junto a la chimenea y comer juntos mientras ella tenía hambre y se le iban endureciendo los dedos. y la historia terminaba con la niña que moría congelada porque se le acabaron las cerillas, ahí, junto a la ventana feliz de la familia satisfecha.

a veces siento que soy la niña que enciende fósforos y que la familia que está adentro es la mía, pero no se dan cuenta de que me estoy helando en la vereda. a veces siento que mi familia es la que está afuera, en el frío, y yo no los puedo arrastrar adentro así que me tengo que conformar con refugiarme sola. y algunas, pocas, veces, por lo menos en los últimos años, siento que afuera no hay nadie y adentro estamos todos bien y celebrando unidos.

hoy enciendo fósforos sin parar, y no consigo calentarme.

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